Gobierno de Chile

Políticas ministeriales

1. Misión y objetivos institucionales

El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA, se define como un servicio público autónomo, descentralizado y territorialmente desconcentrado, en el que se integra la participación de la sociedad civil, dando origen a una manera distinta de enfrentar el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas.

Para el desarrollo de sus funciones, el CNCA cuenta con 17 oficinas distribuidas en todas las regiones del país y una dotación efectiva de 406 funcionarios, según el Balance de Gestión Integral CNCA 2009.

De acuerdo a lo establecido en la Ley N° 19.891 del año 2003, el consejo tiene por objeto apoyar el desarrollo de las artes y la difusión de la cultura, contribuir a conservar, incrementar y poner al alcance de las personas el patrimonio cultural de la nación y promover la participación de éstas en la vida cultural del país; debiendo, además, observar como principio básico la búsqueda de un desarrollo cultural armónico y equitativo entre las regiones, provincias y comunas del país. En especial, velará por la aplicación de dicho principio en lo referente a la distribución de los recursos públicos destinados a la cultura.

Desde su creación el año 2003 a la fecha, el consejo ha transitado por un período de instalación en el que se establecieron lineamientos para una política cultural nacional entre los años 2005 y 2010 y se aprobaron políticas regionales, además de otras para los sectores del Libro, Música, Audiovisual, Danza, Teatro, Artes Visuales y Fotografía. Si bien, su conformación supone un importante avance político-institucional, existen aún desafíos para lograr su consolidación. Entre ellos está una redefinición de sus políticas y programas desde la perspectiva del rol subsidiario del Estado, fomentando instancias de colaboración con otras instituciones públicas y de la sociedad civil, la implementación de sistemas de evaluación y medición de impacto y la revisión de una institucionalidad que en sus inicios quedó trunca, de manera que no se sigan produciendo descoordinaciones y duplicidades de funciones con otras reparticiones públicas y, por el contrario, se genere una adecuada sinergia que permita un desarrollo cultural íntegro.

En este sentido, las principales áreas de desarrollo del consejo son:

a. Creación artística y cultural.

El fomento a la creación artística y cultural, que integra el apoyo a la creación, producción, difusión y circulación artística, constituye uno de los lineamientos centrales del accionar del CNCA. Ello se materializa a través de distintos instrumentos entre los que se cuentan cinco programas para el desarrollo de las áreas de artes visuales, fotografía, teatro, danza y artesanía, así como por medio de los Fondos de Cultura, a saber: Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Fondart; Fondo Nacional del Libro y la Lectura; Fondo de Fomento de la Música Nacional y Fondo de Fomento del Arte y la Industria Audiovisual.

b. Participación en la cultura.

El CNCA asume el desafío de garantizar que todos los chilenos puedan acceder a la cultura, democratizando un acceso participativo a la creación y al disfrute de los bienes y servicios culturales. Actualmente existen diversos programas cuyo enfoque es que millones de personas puedan gozar de actividades artísticas y culturales de manera sostenida en casi todas las comunas del país.

c. Patrimonio cultural.

El Patrimonio Cultural es parte de la vida cotidiana de las personas, de sus tradiciones y formas de vida. La gente demanda políticas públicas e instrumentos que lo rescaten, promuevan y difundan.

La rejerarquización de prioridades debido al terremoto y tsunami del 27 de febrero pasado desnudó la precariedad institucional respecto al patrimonio. En efecto, tanto la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Dibam, como el Consejo de Monumentos Nacionales, CMN, y el CNCA tienen incidencia compartida en estos temas. Hasta ahora, y como medida de emergencia, se ha realizado dicha coordinación interinstitucional, principalmente gracias a la buena voluntad de sus respectivas autoridades, pero se hace necesario establecer una solución definitiva que evite descoordinaciones e inconvenientes derivados de estas duplicidades. Esto se cristaliza en un uso ineficiente de recursos estatales, los que, con mejor coordinación y gestión, podrían beneficiar a un mayor número de chilenos.

Uno de los objetivos del consejo es modernizar la institucionalidad en materia de patrimonio cultural para dar una respuesta efectiva al tema. Para esto es necesario avanzar en la legislación existente sobre las dependencias y organización de las entidades participantes en temas patrimoniales.

d. Educación y cultura.

Al CNCA le ha correspondido impulsar un conjunto de iniciativas y programas tendientes a generar una mayor vinculación entre cultura y educación. Para ello, se ha trabajado para fortalecer el apoyo a la Educación Artística Especializada, logrando que el aporte que hace el Fondo Nacional para Escuelas Artísticas abarque, también, iniciativas de nuevos establecimientos que desean ser reconocidos como tales. Lo anterior significó agregar en el proyecto de la nueva Ley General de Educación la incorporación formal de la formación artística cultural en el país.

e. Consolidación institucional.

A partir de la creación del consejo y de la realización de la primera convención anual con los miembros de todos sus órganos colegiados, la institución desarrolló un proceso destinado a que cada nueva versión de ese encuentro permitiese avanzar en la consolidación institucional, la evaluación e implementación de las políticas públicas en cultura y la incorporación de aquellas temáticas necesarias para asumir correctamente los desafíos que demanda el país.

Por otra parte, cabe señalar que este año concluye el período circunscrito por el documento Chile quiere más Cultura: Políticas Culturales 2005-2010, lo que significará para la actual administración generar una nueva política cultural.

2. Desafíos institucionales

La actual administración se ha impuesto una serie de desafíos para lograr modernizar la institución y consolidar al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en el desarrollo y fomento de la producción artística y cultural del país, en áreas como teatro, danza, fotografía, artes visuales y fotografía.

a. Perfeccionar la institucionalidad.

Si bien la creación del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en el año 2003 fue un gran avance en la consolidación de una institucionalidad cultural, aún queda mucho por hacer. Es imprescindible mejorar, robustecer y darle categoría a la institucionalidad cultural.

Además del CNCA, participan en la ejecución de políticas públicas culturales, la Dibam y el Consejo de Monumentos Nacionales, ambos dependientes del Ministerio de Educación. Esta conjunción de competencias y dependencias hace necesario evaluar y diseñar un modelo de modernización de la institucionalidad cultural.

b. Políticas culturales.

La necesidad de elaborar una política cultural para los próximos años obliga al consejo a realizar una evaluación de la implementación de dicha política, sus alcances, metodologías y perspectivas; y a elaborar un nuevo documento que implique la definición de una Nueva Política Cultural 2011-2016 y de las respectivas políticas regionales.

El CNCA debe generar, junto a todos los actores del mundo cultural, los nuevos pilares que recojan lo avanzado y señalen claramente los nuevos ejes que sostendrán a mediano plazo el quehacer cultural, propiciando las mejores condiciones para el desarrollo cultural del país.

c. Hábitos de consumo cultural.

Otro de los desafíos tiene relación con la creación de hábitos de consumo cultural en la población, con el fin de atraer a los ciudadanos a los espectáculos culturales y hacer del campo artístico y cultural un ámbito de trabajo estable para quienes lo desarrollan, con condiciones de trabajo dignas para quienes se desempeñan en dicho ámbito.

Como lo muestra el gráfico anterior, la asistencia al teatro está compuesta en un gran número por eventos gratuitos, lo que hace que esta disciplina viva mayoritariamente de eventos subsidiados por el Estado. Por ello, se considera necesario apoyar la creación de hábitos de consumo y audiencia, para que la ciudadanía consuma cultura de forma habitual y no sólo cuando el evento tiene el carácter de gratuito.

d. Economía y cultura.

La participación de la cultura en la economía es un indicador de gran valor en los países desarrollados. En 2007 Chile implementó la Cuenta Satélite de Cultura, que revela el aporte a la economía de las actividades relacionadas con la cultura, como asistencia a eventos, producciones artísticas, mega eventos y lectura, entre otras. Esta cifra, al presente año, según la Cuenta Satélite de Cultura, representa el 1,3 por ciento del PIB nacional.

e. Diversificación de aportes a la cultura.

Es necesario integrar nuevos actores en las fuentes de financiamiento cultural. Si bien el presupuesto nacional destina un importante porcentaje a este sector, se requiere generar las condiciones para posibilitar la participación de otros ingresos que permitan diversificar las fuentes de financiamiento.

Para esto, se elaborará un cuerpo de iniciativas legales tendientes a promover la participación responsable de la sociedad civil, estimulando el financiamiento de las actividades artístico-culturales y de cuidado del patrimonio cultural por parte de los privados.

Asimismo, la Ley de Donaciones Culturales ha sido un gran aporte y ha permitido el desarrollo de actividades culturales. Sin embargo, el número de donantes promedio se encuentra estancado desde hace años. Además, actualmente los proyectos acogidos a esta ley no pueden tener continuidad de un año a otro, con lo que se limita el alcance de esta línea de financiamiento privado. Para subsanar esta situación se trabajará en propuestas de modificaciones a la Ley de Donaciones Culturales, tanto en el acceso como en la simplificación de su funcionamiento.

. Presupuesto.

El presupuesto de cultura ha sufrido un estancamiento en los dos últimos años. Por ello, se debe avanzar progresiva y gradualmente para aumentar el presupuesto del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

g. Fondos concursables, apoyo a la creación.

El presupuesto de los fondos concursables se ha incrementado desde su creación, aunque su curva de ascenso se ha estancado en los últimos años. Este modelo de apoyo a los creadores debiera potenciarse con estrategias y programas que permitan consolidar compañías y eventos más allá de la simple ejecución de los proyectos. Por esta razón, el CNCA contempla la evaluación e implementación de algunos programas que apoyen a los beneficiarios de este concurso público en la administración y gestión de dichos recursos.

h. Acceso a la cultura.

La II Encuesta Nacional de Participación y Consumo Cultural, realizada en 2009, señala que un 66,7 por ciento de las personas afirma que el acceso a la cultura es más fácil que hace cinco años. No obstante, esta cifra resulta moderada en comparación a su medición en el año 2005, cuando un 62,5 por ciento señalaba que el acceso a la cultura era más fácil que hace cinco años. Es decir, en cuatro años de vida del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, dicha percepción aumentó en tan sólo 4,2 puntos porcentuales.

Asimismo, con el propósito de incentivar la demanda de bienes culturales y generar hábitos de consumo cultural, se evalúan fórmulas y mecanismos para subsidiar el acceso a la cultura de manera gradual y focalizada. Hasta ahora, sólo una parte de los actores involucrados han sido beneficiados –los creadores–, por lo que se hace necesario favorecer también al público y generar mecanismos que faciliten su acceso a los espectáculos.

En tal sentido, es prioritario aumentar el acceso de los grupos de escasos recursos y vulnerables a la cultura, generando una relación permanente con la actividad cultural, especialmente a través de los municipios. Las cifras de la II Encuesta Nacional de Participación y Consumo Cultural, señalan que el segmento socioeconómico E no supera en ninguna disciplina el cinco por ciento de asistencia.

De la misma forma, urge generar hábitos de consumo cultural que permitan la subsistencia de la industria más allá de la entrega de fondos concursables. Una cifra elocuente es la asistencia al teatro por parte de los ciudadanos. Según la Encuesta de Consumo Cultural, realizada el año 1988 por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso, sólo un 19 por ciento de los encuestados señaló haber asistido al menos una vez en el último año al teatro. La misma pregunta efectuada en la Encuesta de Consumo Cultural de 2004-2005 aumentaba dicho porcentaje a un 19,2 por ciento. Los últimos datos disponibles, extraídos de la II Encuesta Nacional de Participación y Consumo Cultural, señalan que un 18,6 por ciento había asistido en el último año al menos una vez al teatro.

i. Patrimonio.

Frente al nuevo escenario de reconstrucción nacional, se ha resuelto establecer un programa de Coordinación de Patrimonio con la Sección de Patrimonio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y otras instituciones públicas y privadas del país, con el objetivo de aunar fuerzas para la reconstrucción del patrimonio destruido y evitar duplicidades en esta área. A la vez, se ha reformulado un Plan de Acción 2010-2014 en materia de institucionalidad patrimonial, con el fin de gozar con un patrimonio cultural e histórico sólido que trascienda a las futuras generaciones.

Adicionalmente, existen una serie de temas pendientes de solucionar en relación con la Ley de Monumentos Nacionales. La última modificación a esta ley, realizada el año 2005, tuvo por objeto aumentar las penas a las infracciones en relación con el patrimonio, pero claramente es necesaria una visión más proactiva y de incentivos, que contribuya a generar un espíritu de respeto y valoración del patrimonio. Por lo mismo es de interés de la actual administración aportar al perfeccionamiento de la Ley de Monumentos Nacionales con el fin de transformarla en un instrumento efectivo de preservación.

j. Infraestructura cultural.

El Centro Cultural Gabriela Mistral, CCGM, constituye un espacio destinado a la formación de las audiencias, la representación, ensayos y difusión de la música, la danza y el teatro. Es la obra de mayor dimensión en materia de infraestructura cultural a nivel nacional y el terremoto generó sólo daños menores que no afectaron la programación de las obras.

Por lo tanto, se trabaja en dotar al CCGM de un modelo de gestión y una línea programática que permitan llevar a cabo las políticas institucionales destinadas a apoyar y promover la cultura chilena.

Por otra parte, se consolidará una infraestructura cultural sustentable acorde al nivel de los artistas nacionales, de manera que los creadores puedan contar con un soporte material de calidad que considere las sinergias de la red de la Dibam y la de los centros culturales. Además, se estimulará la profesionalización de los gestores y agentes culturales, premiando la calidad y velando por el buen uso de los recursos.

k. Plan Nacional de Fomento a la Lectura.

Para potenciar esta línea, se trabajará en coordinación con la Dibam, la Junta Nacional de Jardines Infantiles y la Fundación Integra en temas de contenido, metodologías, selección, línea editorial e imagen corporativa con el fin de establecer un Plan Nacional de Fomento a la Lectura que considere instancias de evaluación e impacto. Esta iniciativa permite evitar duplicidades, potenciar estrategias con buenos resultados y conocer la efectividad de la propuesta.

l. La cultura de Chile al mundo.

Con el objeto de dar a conocer la cultura chilena en el exterior, es necesario insertar a los artistas nacionales en circuitos internacionales. Esto se logrará a través de una cadena de esfuerzos que incorpore coordinadamente al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes; al Ministerio de Relaciones Exteriores; a la Dirección de Promoción de Exportaciones, ProChile; a la Corporación de Fomento de la Producción, Corfo; a la Dibam; el Ministerio de Educación; Fundación Imagen País y todas aquellas instituciones que promueven la cultura, con el fin de tener una presencia sólida, visible y permanente.

Para esto se estimularán especialmente las industrias creativas de alta visibilidad internacional, como la cinematográfica, removiendo los obstáculos existentes e impulsando políticas que incentiven la inversión en cine. El objetivo es transformar a Chile en la plataforma audiovisual de Latinoamérica.