Gobierno de Chile

Políticas ministeriales

1. La política de Defensa y la implementación del nuevo ministerio

La política de Defensa es la matriz del sector y define los objetivos de la defensa nacional, orienta el accionar de las Fuerzas Armadas y establece las prioridades y modalidades de inversión de recursos financieros.

En términos generales, la política de Defensa está orientada a proteger a la población del país, así como a salvaguardar su independencia política, la soberanía nacional y su integridad territorial. Debido a esto, Chile posee y prepara medios militares para emplearlos en legítima defensa. Complementariamente, en la medida en que la estabilidad y seguridad internacionales son factores que inciden en la seguridad propia, Chile emplea sus medios militares para contribuir a la paz en el mundo. Esto da pie al desarrollo de una robusta política en el ámbito de la cooperación internacional.

a. Política internacional de Defensa.

Nuestra colaboración con la comunidad de naciones en la prevención del conflicto internacional y el respaldo a la vigencia del derecho internacional se ha materializado en la participación de tropas nacionales en operaciones de paz bajo mandato de las Naciones Unidas y en la incorporación o participación en regímenes internacionales que buscan promover la paz y confianza entre los países.

Como parte de la cooperación internacional en materias de defensa y seguridad a nivel regional, Chile ha impulsado acuerdos bilaterales o multilaterales y ha establecido y materializado medidas destinadas al fortalecimiento de la confianza mutua con otros países.

b. Implementación del nuevo Ministerio de Defensa Nacional.

La política de Defensa requiere de estructuras institucionales que permitan su formulación, implementación y adecuado control. Es decir, una organización capaz de otorgar una conducción integrada del sistema de defensa nacional. En tal sentido, una de las tareas fundamentales del sector es dotar al Ministerio de Defensa Nacional de una nueva estructura institucional, según el marco que establece la nueva Ley Orgánica recientemente promulgada. Esta modernización supone no sólo cambios estructurales, sino también la generación o perfeccionamiento de funciones y los procesos para hacer del nuevo ministerio una organización técnicamente habilitada para la conducción integrada del sistema de defensa nacional y liderar el desarrollo del sector en el ámbito militar, económico, científico y tecnológico.

Otro aspecto importante de la modernización institucional es la reforma de la Justicia Militar. Además de circunscribir sus competencias a delitos que afecten sólo un bien jurídico propiamente militar y siempre que sean cometidos por militares en el ejercicio de sus funciones, se propondrá la modificación global del Código de Justicia Militar.

2. La política militar y algunos de sus componentes fundamentales

Desprendida de la política de Defensa, la política militar corresponde al conjunto de orientaciones que el Ministerio de Defensa dirige a las Fuerzas Armadas en relación con la conducción, el desarrollo y el empleo de la fuerza. Es decir, se refiere a la dimensión de la fuerza militar del país, su estructura y su capacidad técnico-profesional, y redunda en el nivel de alistamiento y equipamiento de las Fuerzas Armadas.

En este contexto, se hará hincapié en algunas políticas específicas insertas en la política militar, particularmente la asignación de recursos, el desarrollo del personal institucional, la innovación, el desarrollo tecnológico y el desarrollo industrial, todo ello en función de las capacidades que nuestra defensa necesita mantener o adquirir.

a. Asignación de recursos.

En materia de asignación de recursos, el objetivo fundamental del gobierno es establecer criterios técnicos y transparentes de asignación, orientados tanto por la búsqueda de un uso eficiente de los recursos como por la necesidad de asegurar un financiamiento sustentable, adecuado y plurianual para las Fuerzas Armadas.

b. Políticas de personal.

Dentro de los temas que son parte de las políticas de personal, se pondrá especial esfuerzo en la revisión de la carrera militar para adecuarla a las características y exigencias de nuevas realidades, tanto en la profesión militar como en la sociedad chilena. Esto significará modificar la estructura de incentivos para atraer interesados en incorporarse a las instituciones de Defensa, retener en servicio a personal de calidad y, en un esfuerzo mancomunado con la Subsecretaría de Previsión Social, perfeccionar el sistema previsional vigente a objeto de adecuarlo a los cambios de la carrera, eliminando las distorsiones actuales.

3. Política de desarrollo industrial e innovación de defensa

Para apoyar el desarrollo de las capacidades de la defensa nacional, el país debe atender, además de proyectos de inversión seleccionados y de su financiamiento, dos áreas de actividad: la industria de defensa y el desarrollo tecnológico.

a. Industria de defensa.

En esta materia de desarrollo industrial, emprendimiento e innovación, se apuntará a modernizar el gobierno corporativo de las principales empresas estatales de la defensa –Famae, Asmar y Enaer–, considerando prioritariamente la aplicación de criterios de utilidad estratégica de las mismas, así como también de premisas económicas propias de la actividad empresarial, con el objeto de aumentar su eficiencia y focalizarlas en áreas que correspondan a aquellos criterios.

b. Investigación científica y desarrollo tecnológico.

La política al respecto acentuará la promoción, donde ello sea eficiente, de una asociación entre las Fuerzas Armadas y entidades nacionales en estos campos para el desarrollo de soluciones locales a algunos de los desafíos estratégicos de la defensa.