Gobierno de Chile

Políticas ministeriales

El desarrollo económico y social está condicionado por la accesibilidad a fuentes de energía que sean seguras, confiables, competitivas y compatibles con la preservación del medio ambiente.

Uno de los desafíos centrales que se ha propuesto el Gobierno de Chile es lograr un crecimiento del Producto Interno Bruto, PIB, de un seis por ciento anual, y para lograr esta meta se requerirá duplicar la matriz energética al año 2020. Ello implica enormes esfuerzos, considerando las fuentes energéticas existentes hoy en día –hidro 31,8 por ciento; petróleo/gas 47,8 por ciento; carbón 17 por ciento y Energías Renovables No Convencionales, ERNC, 3,4 por ciento– la insuficiente diversificación de la matriz y las dificultades de abastecimiento de combustibles, especialmente de gas natural, que se han presentado en el pasado reciente.

De este modo, la seguridad y el crecimiento del suministro energético de Chile pasa a ser un primer desafío para este gobierno, de manera tal de poder garantizar a todos los chilenos energía limpia, segura y a precios competitivos.

Un segundo desafío en materia energética es impulsar considerablemente la producción de energía renovable por medios no convencionales, aspirando a alcanzar hacia el año 2020 un 20 por ciento de presencia de dichos medios de producción en la matriz energética de Chile, que actualmente tiene cerca de 480 megawatts de capacidad instalada. Las ERNC son una fuente de suministro local y limpio que permite inyectar energía al sistema con una mirada de sustentabilidad y largo plazo que no puede menospreciarse en un escenario de cambio climático.

Por ello, es un desafío del gobierno detectar y, en la medida de lo posible, eliminar las trabas existentes al desarrollo de estas fuentes de energía –sean de carácter normativo, comercial o tecnológico– con el fin de darles un impulso real.

Con el objeto de contribuir a dicha meta, se trabajará en mejorar sustancialmente el conocimiento sobre el potencial técnico y económico de las ERNC para generación eléctrica en Chile. De confirmarse ese potencial, podrían cubrir una gran fracción de la demanda eléctrica futura. Sin embargo, las características de los sistemas eléctricos del país y las particularidades de algunas Energías Renovables No Convencionales, pueden imponerles límites técnicos a su participación. Además, el actual marco regulatorio no necesariamente da cuenta de todos los costos que las alternativas tecnológicas generan para el país, ni de los probables requerimientos que deberá resolver el país en el futuro marco internacional para el control del cambio climático.

1. Política del Ministerio de Energía

La política energética del país se basa fundamentalmente en el rol normativo que realiza el Estado a través del Ministerio de Energía, dejando al sector privado la realización de las inversiones en el sector.

2. Definiciones de políticas

a. Duplicar la disponibilidad de energía para el año 2020, con el fin de lograr la meta que se ha propuesto el gobierno de crecer a tasas del seis por ciento anual.

b. Reforzar la seguridad de la matriz energética. En este sentido, es necesario priorizar proyectos de generación que otorguen mayor seguridad a la matriz, así como reforzar la logística de combustibles que permita responder a eventualidades y contingencias de manera eficaz y oportuna.

c. Promover proyectos competitivos y amigables con el medio ambiente que permitan convertir a Chile en un actor relevante en un mundo globalizado, asegurando que nuestros productos puedan insertarse en los mercados de manera competitiva. Del mismo modo, la energía no sólo constituye una necesidad para poder colocar productos nacionales en el extranjero, sino que también es una variable fundamental para la atracción de inversión extranjera.

d. Aspirar a que al año 2020 el 20 por ciento de la capacidad instalada de generación eléctrica en Chile derive de Energías Renovables No Convencionales, que constituyen una fuente segura y limpia de generación, amigable con el medio ambiente y las comunidades que la rodean. Nuestro país es privilegiado en recursos naturales que son el insumo principal de este tipo de energías, como la hidroelectricidad por sus ríos y lagos, la geotermia por sus volcanes, la energía solar por el desierto más árido del mundo, la energía del viento, la energía de los océanos por sus costas, la biomasa, los biocombustibles, entre otras alternativas.

e. Profundizar la independencia energética y la participación de inversionistas privados en actividades de exploración y explotación de hidrocarburos.

f. Perfeccionar la regulación sobre concesiones en geotermia, promocionando la inversión con el debido respeto por el medio ambiente y el turismo.

g. Avanzar en el desarrollo de estudios y en la consolidación de una institucionalidad que mantengan abierta la opción de desarrollo futuro de cualquier energía costo-eficiente. En este sentido, en relación con la núcleo-electricidad se profundizarán los estudios necesarios para generar información y cerrar las brechas existentes para que, en un futuro próximo, la decisión sea tomada de manera responsable y sustentada en sólidos fundamentos técnicos.

h. Impulsar programas de investigación en el ámbito energético y educar a las nuevas generaciones para inculcarles una conciencia de ahorro y uso eficiente de la energía.

i. Mejorar la información disponible de los recursos energéticos que tiene el país para elaborar una política de promoción de proyectos de eficiencia y ahorro energético.

j. Avanzar en la certificación y establecer estándares de eficiencia energética para la construcción de viviendas, artefactos domésticos y flotas de transporte.

k. Fomentar el uso de medidores inteligentes de energía y potencia como el Net-Metering.

l. Implementar un esquema de certificación y etiquetado sobre la base de eficiencia energética y emisiones de los vehículos, además de su valor comercial.

m. Potenciar alianzas internacionales.