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Balance primer año de Gobierno: Cuentas Públicas 2010

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Discurso de S.E. el Presidente de la República Sebastián Piñera al realizar un balance de la gestión en el Gobierno

Santiago, 27 de Diciembre de 2010

Muy buenos días:

Una imagen vale más que mil palabras.

Quisiera iniciar esta Cuenta Pública mostrando un resumen de lo que ha sido este año 2010, para Chile y los chilenos. Lo dijimos durante la campaña, lo repetimos el 21 de mayo, y hoy día en que completamos el primer año de nuestro de Gobierno, cronológico, es tiempo de balances y de rendición de cuentas. De preguntarnos profunda y honestamente qué hemos hecho bien, qué hemos hecho mal, qué hemos dejado de hacer. Y también, es tiempo de levantar la vista y planificar hacia el futuro.

Es muy importante nuestro país fortalecer la cultura de la responsabilidad y de la transparencia. Porque son muchos los que se quedan atrapados en los diagnósticos y nunca cruzan la ribera hacia la acción. O los que se quedan atrapados en sus promesas y nunca entienden que también deben cumplir lo que prometieron.

Nuestro Gobierno, desde el primer día, se planteó metas muy grandes, muy ambiciosas. Pero, al mismo tiempo, alcanzables y factibles, con plazos concretos. Y desde el primer día le hemos pedido a la gente que nos juzgue no por las intenciones, porque el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones, no por las promesas, porque las promesas se las puede llevar el viento, sino que por los resultados, por los logros, porque son los resultados y los logros lo que en último término pueden cambiar para mejor la vida de los chilenos. Y porque, al fin y al cabo, lo que a la gente le importa y le preocupa no es lo que se promete, sino que lo que se cumple.

Además, responsabilidad y transparencia son sin duda los mejores antídotos contra el populismo, porque obligan a las autoridades a prometer sólo lo que creen que pueden cumplir, y a esforzarse para cumplir lo que prometieron.

Por esa razón este año, iniciando una nueva tradición en nuestro país, le hemos pedido a todos nuestros ministros e intendentes que realicen cuentas públicas de su gestión, y que muestren en cada uno de sus ministerios los compromisos que asumieron, los logros que alcanzaron, y que estas cuentas sean transparentes y responsables, invitando a los parlamentarios, a la sociedad civil, a los expertos, a los dirigentes y, por cierto, a la prensa, para que todos los ciudadanos se puedan informar en plenitud de lo que ha sido la obra de su Gobierno, el Gobierno que esos mismos ciudadanos eligieron y a quien le entregaron un mandato por 4 años, de dirigir los destinos de nuestro país. Y, por cierto, el Presidente de la República es el primero que debe estar dispuesto a someterse a esa regla de responsabilidad y transparencia.

Sin duda, es imposible en esta presentación mostrar todo lo mucho que nuestro país y nuestro Gobierno ha hecho y logrado durante estos primeros meses. Y por esa razón esta cuenta se va a centrar en los aspectos fundamentales, aquellos a los cuales la ciudadanía le asigna la mayor importancia.

Pero el contenido completo de lo que hemos hecho y de las cuentas de cada uno de los ministros y cada uno de los intendentes, está ya en gran parte, y estará completo en la página web www.gob.cl, para que todos los ciudadanos chilenos puedan también hacer su propia evaluación, y no solamente evaluar, sino que también participar con sus sugerencias, comentarios, a una gestión del Gobierno más responsable y más transparente.

Decíamos que una imagen vale más que mil palabras, y quisiéramos mostrar un breve pero sentido resumen de lo que fue este año 2010, que estoy seguro ningún chileno nunca lo va a olvidar.

Sin duda, éste es un año que nunca olvidaremos, porque ha sido un año en que hemos conocido y experimentado todas las emociones y sentimientos que una persona o un país pueden vivir o experimentar: las tristezas, las alegrías; los temores, las esperanzas; los dolores y también los heroísmos. Y este año Bicentenario va a quedar grabado en nuestra memoria por muchos factores, pero sin duda porque fuimos golpeados por uno de los 5 peores terremotos en la historia conocida de la humanidad, y por los letales maremotos que asolaron nuestra costa central.

El diagnóstico de los daños fue devastador, y a veces es bueno recordarlo, para que no nos olvidemos con qué estamos luchando y por qué estamos reconstruyendo:

Lo más sensible: 521 compatriotas perdieron la vida, 56 se encuentran desaparecidos; 220 mil viviendas destruidas y 370 mil dañadas; 4.000 escuelas, 1 de cada 3, en las que estudiaban 1.250.000 niños chilenos, 1 de cada 3, derrumbadas, destruidas o con graves daños; 11 hospitales destruidos, 33 con daños mayores y 79 con daños de consideración; 211 puentes cortados y destruidos; 50 puertos, 9 aeropuertos y decenas de edificios públicos inutilizables; 728 sistemas de agua potable cortados; 3 millones de metros cúbicos de escombros, más que el volumen del Cerro Santa Lucía; y un costo total de 30 mil millones de dólares en pérdidas de infraestructura, equivalentes al 18% de nuestro producto nacional bruto. Sin duda, la pérdida más grande que haya sufrido nuestro país en toda su historia.

Va a quedar marcado por el terremoto y el maremoto, pero también va a quedar marcado como el año en que los chilenos y chilenas supimos unirnos, secar nuestras lágrimas, arremangarnos las mangas, sacar lo mejor de cada uno de nosotros y ponernos de pie para iniciar el proceso de reconstrucción.

Supimos enfrentar la emergencia, supimos iniciar la reconstrucción, trabajando juntos, hombro con hombro, el Gobierno, la sociedad civil, los civiles, los militares, para levantar, en un tiempo que cuando se escriba con objetividad la historia, va a ser reconocido como un tiempo récord, piedra por piedra y ladrillo por ladrillo, lo que el maremoto y el terremoto destruyeron.

En materia de educación, en sólo 45 días logramos que 1 millón 250 mil niños y niñas volvieran a sus escuelas, que estaban destruidas, y pudieran iniciar con normalidad su año escolar. Ya se han entregado 526 obras de reconstrucción o reparación total, y hay 1.725 proyectos que están en plena ejecución, beneficiando a más de un millón de alumnos que vieron sus escuelas destruidas o dañadas.

En materia de vivienda, se han asignado al día de hoy 103.319 subsidios de reconstrucción, adquisición o reparación. Y ya están en plena ejecución 45.000 obras en materia de vivienda. A partir de un tiempo atrás, todos los días se inician 750 obras nuevas. Se establecieron 25 nuevos planes maestros comunales, para que la historia no nos vuelva a golpear con la misma fuerza con que nos golpeó ese 27 de febrero, especialmente en las comunas del litoral.

Y, adicionalmente, en los próximos días, la familia que recibió el subsidio número 100 mil, la familia de Nathaly, Jorge, Bastián y Javier, van a estar viviendo en una nueva vivienda y en un nuevo hogar.

En materia de salud, se encuentran hoy día plenamente restablecidas el 94% de las camas hospitalarias que se destruyeron ese 27 de febrero, y el 100% de los hospitales y centros de salud familiar. Y son 9 los hospitales de construcción acelerada que esperamos entregar durante el primer semestre del próximo año.

En materia de Obras Públicas, están hoy día funcionando con total normalidad el cien por ciento de los aeropuertos, el cien por ciento de los servicios de agua potable rural y las obras portuarias. Y el 99% de las obras viales, incluyendo caminos y puentes, están hoy día normalizados, incluyendo los puentes Llacolén y Juan Pablo II, sobre el Río Biobío, que cortaron con su derrumbe a nuestro país en dos.

Pero no solamente el terremoto y el maremoto han concitado nuestra atención. Dijimos desde el primer día que ellos no iban a impedirnos cumplir con nuestros compromisos. Por el contrario, y tal como lo dijimos el 21 de mayo, si habíamos comprometido hacer las cosas bien, tendríamos que hacerlas mucho mejor. Si nos habíamos comprometido a actuar con un sentido de urgencia, tendríamos que actuar con un verdadero sentido de apremio. Y así lo hemos hecho durante todos estos primeros meses de nuestro Gobierno.

¿Cuáles son esos 7 ejes o esas 7 metas que comprometimos durante la campaña y que es nuestro deber cumplir como Gobierno? Volver a crecer al 6%; crear 1 millón de nuevos empleos; empezar a ganar la batalla contra la delincuencia y el narcotráfico; erradicar la pobreza extrema y reducir los niveles excesivos de desigualdad; mejorar de verdad la calidad de la salud y la educación, no en los discursos, sino que donde realmente importa, la sala de clases, el consultorio, el hospital. Y también, modernizar nuestro Estado y revitalizar y rejuvenecer nuestra democracia.

Y respecto de cada una de estas metas, le hemos pedido a los chilenos que nos juzguen por los resultados. Y hoy día, como Presidente de la República, quisiera rendir cuenta de esos resultados.

En materia de crecimiento aspiramos a un crecimiento firme, sostenido y sustentable.

Éste fue el crecimiento promedio del período del Gobierno anterior (2,8), y ésta es la meta de crecimiento para nuestro Gobierno (6%). Pero no solamente tenemos que crecer al 6% más durante los próximos cuatro años. Tendremos que hacerlo durante toda esta década si queremos derrotar el subdesarrollo. Y durante 20 años si queremos incorporarnos al club de los países más desarrollados del mundo.

¿Y por qué crecer al 6%? Primero, porque podemos hacerlo. Segundo, porque ese crecimiento es absolutamente necesario para crear los empleos que los chilenos requieren y para mejorar los salarios, aumentar las oportunidades y recaudar los recursos que requerimos para financiar el gasto público y especialmente el gasto social. Y en tercer lugar, porque ese crecimiento nos va a permitir alcanzar el desarrollo antes que termine esta década.

Si crecemos a la misma tasa de los cuatro años anteriores, vamos a tardar hasta el año 2035, es decir, 25 años más en alcanzar el desarrollo. Si logramos crecer al 6%, entonces esa meta de lograr ser un país desarrollado, con un ingreso per cápita equivalente al promedio que hoy día tienen los países de la OCDE, nos va a tardar solamente 8 años. Es decir, en un caso es un proyecto para nosotros, en el otro, un proyecto que estaríamos legando a nuestros hijos.

Revisemos los indicadores económicos del año 2009, 2010 y 2011, en materia de crecimiento, y también otras variables importantes para el desarrollo, como son la inversión, exportaciones, importaciones, productividad, consumo, déficit estructural. Y podemos concluir, mirando estas cifras, que estamos muy bien encaminados. Si bien el año pasado el crecimiento del producto fue -1,5%, este año va a superar el 5% y el próximo año aspiramos a superar el 6%. De hecho, entre abril y octubre, es decir, durante los primeros 8 meses de nuestro Gobierno, el crecimiento promedio ha superado al 7%. Y, por tanto, en esta materia vamos por buen camino.

En materia de exportaciones este año vamos a tener el nivel de exportaciones más alto que haya tenido Chile en su historia, y el próximo año esperamos que sea aún mejor. Y lo mismo ocurre en el campo de las importaciones.

En materia de productividad, que es un factor esencial, si bien el año pasado la productividad cayó en 2,2%, este año va a ser positiva y tenemos que lograr que la productividad se transforme en un motor del desarrollo y el crecimiento de nuestro país. En consecuencia, podemos concluir que éste es un crecimiento firme, sustentable y sostenible, porque se fundamenta en variables sanas, como la inversión, el ahorro, las exportaciones y los aumentos en la productividad.

El segundo eje y compromiso fue la creación de empleos. Ciento cinco mil empleos fue el promedio de empleos creado durante los últimos cuatro años; 200 mil empleos por año es la meta que nos fijamos para nuestro Gobierno, de forma de lograr en el período 2010-2014, la creación de ese millón de empleos que fue parte importante de nuestros compromisos de campaña.

¿Y por qué 1 millón de empleos? Primero, porque nunca debemos olvidarnos que todos los días, todas las mañanas, 600 mil chilenas y chilenos que están desocupados, salen con la esperanza de encontrar un trabajo, y la mayoría vuelve en la tarde con la frustración de las manos vacías. Segundo, porque necesitamos abrirle las puertas de par en par a 1 millón de mujeres que quieren incorporarse al mundo del trabajo, pero que no han logrado hacerlo, y que quieren hacerlo sin descuidar lo que significa para ellos también valores importantes, como su familia y su forma de vida. Y tercero, porque en los próximos 5 años, 500 mil jóvenes van a egresar de la educación, y esperan que su país les ofrezca una oportunidad de emprendimiento, de trabajo, y no les cierre las puertas, como ocurre con tanta frecuencia con los sectores más vulnerables de nuestro país. Y en esta materia, también vamos por buen camino.

Este año vamos a superar largamente los 300 mil nuevos empleos, lo cual constituye por lejos la cifra más alta de creación de empleos en la historia de nuestro país, y con un componente nuevo: el 60% de esos empleos van a beneficiar a mujeres.

Estamos viendo el gráfico de creación de empleos, y ustedes ven que sin duda este año 2010 Chile va a alcanzar por lejos la más grande creación de empleos en toda su historia. Y esto nos está permitiendo reducir la tasa de desempleo en forma muy sustancial, y nos está permitiendo acercarnos, a paso firme, hacia el logro de un pleno empleo, que es una meta a la cual aspira toda sociedad.

La participación de la mujer en la fuerza de trabajo se ha estado incrementando en forma muy significativa, y esperamos cerrar esta brecha y esta triple discriminación contra la mujer que existía en nuestra sociedad, porque las mujeres participan menos en la fuerza de trabajo, les cuesta más encontrar empleos, y cuando lo encuentran, reciben un salario menor por un trabajo equivalente. Y con estos logros y estas metas, estamos apuntando a lograr también una mejor igualdad de oportunidades y de responsabilidades entre hombres y mujeres en nuestro país.

El tercer objetivo era avanzar hacia un Chile más seguro y con menos temor. Un millón 400 mil es el número de hogares que fueron víctimas de un delito el año pasado. Uno de cada tres hogares de nuestro país sufrió la delincuencia en su propio seno: 252 delitos por hora, 1 delito cada 15 segundos, era una situación frente a la cual no podíamos permanecer indiferentes. Y a esto se suma el colapso de nuestro sistema carcelario. Sin duda tenemos un grave problema de hacinamiento en nuestros recintos penales, que alcanza en promedio al 70%. Es decir, allí donde se construyó una cárcel para 100, tienen que vivir 170 reclusos privados de libertad. Y en algunas cárceles ese índice supera el 200%. Y por eso, meses atrás lanzamos el Plan Chile Seguro, que esperamos nos permita empezar a ganar la batalla contra la delincuencia. Es una estrategia grande y muy ambiciosa, y lo saben muy bien el general director de Carabineros y el director general de Investigaciones aquí presentes.

Ésta es una estrategia que apunta a metas muy específicas: reducir el número de hogares víctimas de un delito durante nuestro período, en un 15%, rescatando a 188 mil hogares de sufrir las consecuencias del delito. Y de reducir los delitos en los espacios públicos en un 25%, fortaleciendo la prevención y la rehabilitación de los infractores, que son dos tareas frente a las cuales simplemente no podemos fallar.

¿Qué estamos haciendo? En primer lugar, aumento de penas por maltrato a carabineros, no solamente para proteger mejor a nuestros carabineros, sino que también para que ellos puedan cumplir con mayor eficacia su labor de proteger mejor a los chilenos y chilenas.

La creación de un Registro de Condenados por Delitos Sexuales Graves contra Menores, para que se les haga cuesta arriba la reincidencia. El aumento en 10 mil en el número de carabineros y en mil el número de funcionarios de la Policía de Investigaciones en nuestras calles, protegiendo a la gente inocente. La creación del Escuadrón Centauro, con 160 efectivos destinados a patrullar los lugares de mayor concentración del delito. El establecimiento del Programa Barrio en Paz en 60 barrios comerciales y 20 barrios residenciales, que eran los barrios rojos desde el punto de vista del delito. La ampliación del plan cuadrante de Carabineros a 50 nuevas comunas. Los programas piloto para la prevención del delito, el alcoholismo y la drogadicción, denominados Vida sana, Programa Después de clases y Vida nueva.

Y antes del lamentable incendio de la Cárcel de San Miguel, también implementamos un programa que se empezó a elaborar desde el día mismo 11 de marzo, para aplicar medidas efectivas e inmediatas, que permitieran mejorar las condiciones de vida de esas 53 mil chilenas y chilenos que están hoy día privados de libertad, y de forma de mejorar la calidad de vida y la dignidad de vida en nuestros recintos carcelarios: 4.000 nuevas literas, colchones, luminarias, servicios sanitarios, aumento de las horas de desencierro, mejoras en los sistemas de visitas y de acompañamiento espiritual, incremento en las oportunidades de educación y trabajo, que son sin duda los mejores instrumentos de prevención y rehabilitación, más seguridad al interior de los penales, y muchas otras medidas que están en plena ejecución.

Además, estamos acelerando y ampliando el programa de construcción de cárceles concesionadas en Antofagasta, Biobío, Talca y Santiago 2, y está en pleno diseño la construcción de recintos modulares, que nos permitan dar un salto adelante y reducir ese hacinamiento y esa calidad de vida inhumana en que viven nuestros reclusos. Se incorporó el delito de femicidio a nuestra legislación penal. Se han construido 22 nuevos centros de atención de víctimas. Y si bien nunca lograremos hacer desaparecer la delincuencia y el narcotráfico, sí podemos, y debemos, luchar para empezar a ganar esas batallas. Y quiero decir que en forma incipiente, estamos empezando a ver los primeros frutos. Ha caído el temor ciudadano respecto al año anterior. De hecho, el alto temor ha caído a su nivel más bajo de los últimos 8 años, y hoy afecta sólo al 13,3% de las familias. Han aumentado sustancialmente las detenciones respecto del año anterior. La cantidad de detenidos por orden de aprehensión pendiente entre el 11 de marzo y noviembre del año 2010, fue de 93.251 personas, un 10,7% más que en el mismo período del año anterior. Han caído los homicidios, violaciones, hurtos y robos en relación al año pasado. Los hurtos en 3%, los robos en lugar habitado 9%, los homicidios en un 17%, y las violaciones han caído en un 8%. Han aumentado sustancialmente los decomisos de droga. Los decomisos de cocaína y pasta base han aumentado en un 14%, y los procedimientos por drogas se han incrementado en más de un 25%, lo que ha permitido sacar de circulación de nuestras calles, cerca de 16 millones de dosis de drogas que de otra forma estarían envenenando a nuestra juventud.

Durante este año se triplicó el número de bandas mafiosas y de narcotraficantes que han sido totalmente desarticuladas. Se ha incrementado la recuperación de vehículos robados. De hecho, entre enero y noviembre se han recuperado el 80% de los vehículos robados, un 15% más que el año anterior.

Y estamos también en una verdadera cruzada y en un combate frontal a la violencia intrafamiliar, que es posiblemente la más cruel y la más destructiva de las violencias.

Sin duda ésta es una batalla que no vamos a ganar, tal vez nunca la vamos a ganar del todo, pero estamos empezando a darla con otra voluntad, con otra actitud, y los resultados, aunque incipientes y reconociendo que nos queda un largo camino por recorrer, ya están a la vista de todos los que los quieran mirar con objetividad.

En materia de educación, sin duda tenemos un panorama que es desolador: 6 de cada 10 estudiantes no manejan las operaciones matemáticas básicas; 8 de cada 10 chilenos no entienden bien lo que leen. Y por eso, cuando dijimos que ésta era la madre de todas las batallas, una batalla que no podemos postergar y que sin duda tenemos que ganar, estamos hablando con la pura y simple verdad.

¿Qué hemos estado haciendo? Hemos aumentado la Subvención Escolar Preferencial en un 20%, lo cual significa que los 400 mil alumnos más vulnerables de nuestro país se van a educar con una subvención de 82 mil pesos al mes, que es más del doble de la que recibían hace muy pocos años. El 20% siguiente, con una subvención de 78 mil pesos. Y el próximo año extenderemos esta subvención preferencial a la clase media de nuestro país, que también necesita y requiere una educación de calidad. Se ha establecido una nueva prueba Simce en Inglés y Educación Física y, próximamente, en tecnologías de la información. Se ha entregado más y mejor información a los padres, incrementando la frecuencia de las pruebas SIMCE y entregando los resultados de manera simple y clara, para que los padres, que son sin duda los que más quieren a sus hijos, puedan tomar decisiones más libres y más informadas respecto de su educación. Se amplió el horario o jornada en más de 50 colegios ubicados en barrios críticos, como una forma de prevención.

Y este año se entregaron 140.000 becas de arancel para la educación superior, 110.000 beneficios del Fondo Solidario de Crédito Universitario y 250.000 créditos con Aval del Estado. La cifra más alta en materia de créditos y de becas para la educación superior en la historia de nuestro país.

La incorporación de más y más alumnos a la subvención preferencial y a la educación de calidad, es sin duda un proceso que ya se inició y frente al cual no podemos tener ningún retroceso. Los 30 primeros Liceos de Excelencia van a estar funcionando en marzo del próximo año, y son sin duda una vía más rápida para la movilidad social de aquellos niños y niñas de nuestro país que muestran una especial motivación y una especial dedicación a la calidad de su educación. Estos liceos de excelencia estarán funcionando en Colina, Maipú, Molina, Puente Alto, Valparaíso, Los Ángeles, San Nicolás, Curicó, Santiago, Puerto Montt, Linares, Lota, Purén, Coquimbo, Rengo, Villa Alemana, Punta Arenas, San Felipe, Panguipulli, Lo Barnechea, Villarrica, Renca, Copiapó, Rancagua, San Antonio, Coyhaique, Arica, Iquique, Antofagasta y Calama. Y vendrán muchos más. Así que hago un llamado a todos los alcaldes y a todas las comunas a participar en los concursos por los nuevos liceos de excelencia que se inaugurarán a partir del año 2012.

El próximo año, por primera en nuestro país, vamos a superar el millón de alumnos en la educación superior. Y de ellos, casi el 60% va a recibir ayuda estatal para sus estudios. Y, por supuesto, estamos avanzando también, y estamos próximos a anunciar la reforma a la educación preescolar y la reforma a la educación superior, que son parte de este gran programa por reformar la educación en nuestro país y ganar la madre de todas las batallas.

Esta reforma integral para la calidad y equidad de la educación escolar ya está en el Congreso Nacional, y es una reforma que va a requerir mucho liderazgo de parte de los alumnos, profesores, estudiantes de pedagogía, directores de escuela, padres y apoderados, parlamentarios, alcaldes y, por cierto, del ministro y del Ministerio de Educación y de este Presidente.

Y como decía hace un momento, su próxima etapa es la ampliación de esta reforma a la educación preescolar y a la educación superior, para cubrir todo el espectro de la educación de nuestros niños y jóvenes.

Y esta reforma tiene metas concretas. No consiste solamente en aumentar los recursos, está íntimamente ligada y comprometida con resultados concretos que se podrán medir a través de la prueba Simce, la prueba PSU o las pruebas internacionales en que los estudiantes chilenos participan. Y quiero pedirle al Congreso, en forma muy sentida, que apuremos la aprobación de esta reforma, para que esté en plena vigencia antes que comience el próximo año escolar. Y esta reforma es muy exigente, y para todos. A los alumnos les vamos a exigir más esfuerzo. Al fin y al cabo se trata de su educación y de su vida. Y vamos a exigirles también más respeto para los profesores y compañeros. Y a cambio de ello tendrán acceso a una subvención educacional que será duplicada en promedio durante los próximos 8 años.

A los futuros estudiantes de pedagogía los vamos a apoyar a través de la Beca “Vocación de Profesor”, con mejores remuneraciones, en la medida que tengan mejores resultados, con becas, con asignaciones monetarias y con posibilidades de estudios en el extranjero, según el resultado que obtengan en la prueba PSU, porque lo que queremos es atraer a los mejores, para que en el futuro sean los mejores los que tengan la responsabilidad de educar a nuestros niños.

A los actuales y futuros estudiantes de Pedagogía les vamos a pedir que rindan la prueba Inicia al egresar de sus estudios de pedagogía, de forma tal que demuestren los resultados y progresos que han obtenido y que logren, a través de esa prueba, un reconocimiento en mejores remuneraciones, que podrán llegar a un 30% más altas que las normales, para aquellos que tengan los mejores resultados en la prueba Inicia.

A los profesores les vamos a asignar una Asignación Pedagógica por Excelencia, sustancialmente mayor, entregada en función del desempeño y no de la antigüedad, para premiar a los muchos buenos profesores que tenemos en nuestro sistema educacional y que hasta el día de hoy su mérito muchas veces pasa inadvertido. Pero también, gracias a esta nueva asignación, los profesores que tengan un buen desempeño van a ver sustancialmente incrementado sus ingresos mensuales en hasta 150.000 pesos.

A los profesores en edad de jubilar, tendrán derecho a un plan especial de retiro, que puede llegar hasta 20 millones de pesos, para facilitar de esa manera la transición desde la vida activa a una jubilación digna. Y a los profesores ya jubilados, les vamos a entregar un Bono de Reconocimiento para que sientan que la sociedad chilena no se ha olvidado de ellos y que reconoce el trabajo esforzado y muchas veces sacrificado que han hecho educando a nuestros niños.

Los directores de escuela serán los verdaderos líderes de esta revolución para una educación de calidad. Y por eso los vamos a buscar entre los mejores de los mejores, elegidos por concurso público y un sistema de Alta Dirección Pública Pedagógica, y van a ver incrementado sustancialmente sus ingresos a través de la asignación directiva, de forma tal que aquellos profesores que asuman los cargos de director, que asuman ese liderazgo tan necesario en el proceso educacional, sientan que la sociedad está reconociendo ese mérito, ese esfuerzo y ese trabajo.

Y además de mejores remuneraciones, que podrán llegar hasta $1.850.000 en el caso de establecimientos grandes y de buenos resultados, deberán también rendir y comprometerse con los resultados a través de convenios de desempeño, con metas que serán públicas y verificables, y tendrán, además, su permanencia en el cargo dependiente del cumplimiento de esos convenios de desempeño, y no la inamovilidad que muchas veces es mal entendida, porque por darle estabilidad laboral a una persona, a veces estamos dispuestos a sacrificar a miles y miles de niños en la educación que es tan importante para sus vidas. Y tendrán también mayores libertades y mayor autonomía para elegir a su equipo técnico básico que los acompañe en este desafío.

También la salud es un eje central de nuestro Gobierno. Trescientas sesenta mil personas se encontraban en listas de espera de semanas, meses y algunos años, por enfermedades AUGE al inicio de nuestro Gobierno.

Ésta ha sido la evolución de las listas de espera AUGE durante los primeros 8 meses de nuestro Gobierno. Ustedes ven que hemos logrado reducir en un 60% el número de chilenas y chilenos que esperaban a veces con angustia una atención, una operación, una intervención por una enfermedad AUGE, que de acuerdo a lo que se les prometió, estaba garantizada en su oportunidad y calidad. Y nuestra meta es llevar el número de personas en lista de espera AUGE a cero durante el transcurso del próximo año. Meta que no es fácil, pero que sí es posible, porque muchas veces es la propia desconfianza lo que nos impide enfrentar los grandes desafíos. Siento que en esta materia estamos cumpliendo con una necesidad muy postergada y muy vital en la vida de las personas.

¿Qué hemos hecho? ¿Qué estamos haciendo? En primer lugar, incorporamos 10 nuevas patologías al AUGE, tales como el mal de Parkinson, la salud oral de la madre embarazada, la esclerosis múltiple y la hepatitis crónica, que no estaban entre las enfermedades AUGE. Se estableció un Bono Automático AUGE, para que la garantía de una atención oportuna y de calidad sea una realidad y no solamente una aspiración. Se hizo un catastro de las listas de espera no AUGE, porque también hay muchos chilenos que esperan largo tiempo por una atención, por una enfermedad no AUGE. Se crearon 46 nuevos Centros de atención primaria, que ya están en construcción o concluidos, y se han buscado mecanismos para facilitar hacer más expedita y más económica la venta de remedios y también las recetas de lentes ópticos, que constituían un grave cuello de botella para millones de chilenos.

Y está en marcha una profunda modernización a la salud, para lo cual ya recibimos la propuesta de un equipo de expertos, que deberá traducirse durante el año 2011 en un gran plan de reforma a la salud de nuestro país.

También estamos avanzando en materia de infraestructura hospitalaria. Este año se terminó la construcción de 7 hospitales: Coquimbo, Los Andes, Santa Cruz, Penco, Temuco, Osorno y Punta Arenas. Y estamos construyendo 13 nuevos hospitales: en Arica, Calama, Tocopilla, Copiapó, Rancagua, Talcahuano, Los Ángeles, Cañete, Osorno, Puerto Montt, Maipú, La Florida y Hanga-Roa, en Isla de Pascua. Y durante el primer semestre del próximo año entregaremos 9 hospitales de construcción acelerada para las zonas más afectadas por el terremoto y maremoto, y que van a estar ubicados en Putaendo, Parral, Talca, Curicó, Cauquenes, Hualañé, Chillán y el Félix Bulnes, en la ciudad de Santiago.

Otro de nuestros objetivos fue derrotar la pobreza extrema durante nuestro Gobierno, reducir las desigualdades y sentar las bases para que antes que termine esta década, Chile pueda decir con mucho orgullo que hemos derrotado la pobreza que afecta hoy día a 2,5 millones de chilenos. Y esta tarea constituye no solamente un imperativo moral, sino que también, y además solamente por ello ya sería una causa justificada, sino que además estamos convencidos, es la mejor inversión que podemos hacer desde un punto de vista político para fortalecer la democracia, económico para potenciar el desarrollo y social para conquistar la paz y una sociedad más justa.

En materia de democracia, también está íntimamente ligado con el tema de la pobreza. Hoy día tenemos 2.564.032 chilenas y chilenos viviendo en condiciones de pobreza. Y medido con la misma vara, con el mismo termómetro, con la misma metodología con que se ha medido siempre, experimentamos un retroceso entre el año 2006 y el año 2009. Por muchas causas, entre ellas, sin duda, la crisis internacional. Lo importante es darnos cuenta que este retroceso tiene que redoblar nuestro esfuerzo para alcanzar la meta de derrotar la pobreza extrema durante nuestro Gobierno y la pobreza antes que termine esta década.

Uno de cada 4 niños en Chile vive en la pobreza; 634.329 chilenas y chilenos viven en la indigencia o pobreza extrema. Y nuestra meta, como lo dijimos hace un momento, es derrotar la pobreza extrema antes que termine nuestro Gobierno.

¿Cómo lo estamos haciendo? Básicamente estamos atacando a la pobreza en sus causas, pero también en sus consecuencias. Las causas de la pobreza son muy profundas y de múltiple naturaleza, pero sin duda las tres más importantes son la debilidad en la capacidad de crear empleos; la mala calidad de la educación; y la debilidad de las familias, males que afectan con mayor crueldad y rigor a los sectores más pobres y vulnerables de nuestro país. Y en todos esos frentes estamos trabajando: educación, empleo, familia.

Pero cuando Juan Pablo II nos visitó hace 23 años dijo: “los pobres no pueden esperar”. Y hoy día tendríamos que decir “que han seguido esperando y que ya han esperado demasiado”. Por esa razón nos propusimos también usar los instrumentos que apuntan a aliviar las consecuencias de la pobreza, de manera de aliviar o aminorar sus efectos, con la creación de un Ministerio de Desarrollo Social, cuyo proyecto ya está en el Congreso, y esperamos que esté en pleno funcionamiento durante el año 2011. Con la implementación del Ingreso Ético Familiar, que va a significar complementar los ingresos de aquellas familias que viven bajo la línea de la pobreza, para que logren superar esa situación con transferencias de recursos públicos desde el Estado, pero también con condiciones que impondrá el Estado para evitar asistencialismos o conductas que no apuntan a luchar juntos contra la pobreza.

Las familias beneficiarias del ingreso ético familiar deberán comprometerse a cosas simples pero profundas, como que sus hijos estén en la escuela y con sus controles de salud al día, como los que estén en edad de trabajar, trabajen, busquen trabajo, se capaciten, de forma tal de dar un mensaje claro. También las familias que viven en pobreza tienen que hacer su aporte para superar su propia condición de pobreza, además de la necesaria y justa ayuda del Estado. Y por esa razón, siguiendo las recomendaciones de un panel de expertos, estamos perfeccionando la Ficha de Protección Social, que es el principal instrumento de focalización de las políticas y del gasto social, para evitar muchos abusos, discriminaciones y omisiones que la actual ficha permite.

Vamos a aumentar también la frecuencia con que medimos la pobreza, de manera de tener la posibilidad de hacer los cambios y correcciones a tiempo y no esperar años antes de tener un diagnóstico claro.

Además, durante el año 2010, cumpliendo nuestro compromiso, entregamos el bono marzo de 40 mil pesos por beneficiario, lo cual ayudó sin duda a más de 4 millones de personas que los requerían.

Y aumentamos la cobertura, siguiendo un programa que venía del gobierno anterior, del 50 al 55% para el acceso a la pensión básica solidaria y el aporte previsional solidario, con lo cual nos acercamos a un millón de beneficiarios en este campo. Pero también nos comprometimos con un Estado más moderno, eficiente y focalizado, y con una democracia más vital, más joven, más participativa. Un Estado al servicio de los chilenos significa una verdadera revolución en la relación entre el Estado y los ciudadanos.

Octavio Paz, gran poeta, ensayista y Premio Nobel mexicano, se refería siempre al Estado como el ogro filantrópico. Filantrópico, porque se supone que ayuda a la gente; ogro, porque para muchos ciudadanos, el Estado es un ente distante, hostil y lejano. Y, por tanto, acercar el Estado a la gente y darle un rostro más humano, más amistoso, es parte esencial de este objetivo de modernizar el Estado, creando para cada chileno una clave que le va a permitir relacionarse con ese Estado como una persona, creando la licencia médica electrónica, estableciendo la plataforma digital de servicios y trámites que van a simplificar la vida de las personas. Fortaleciendo la alta dirección pública, acelerando el proceso de descentralización y construyendo la carretera digital, que es la más importante de todas las carreteras del siglo XXI, y que va a permitir una nueva relación de mayor igualdad y de mayor dignidad entre el Estado y los ciudadanos.

En materia de democracia, éste es el número de chilenos y chilenas mayores de 18 años (11.791.201). Éste es el número de chilenos inscritos en los registros electorales (8.285.186). Éste es el número de chilenos y chilenas que votaron en la última elección presidencial y parlamentaria (7.203.371). Y éste es el número de votos válidamente emitidos en esas elecciones (6.958.972). En otras palabras, casi 5 millones de chilenas y chilenos que son ciudadanos, no participan de nuestra democracia. Por eso nos propusimos un programa para rejuvenecer, revitalizar y hacer más vital y participativa nuestra democracia, apuntando a un voto más universal y más voluntario. Y estamos impulsando lo que hemos denominado la agenda democrática: inscripción automática y voto voluntario; voto de chilenos en el extranjero que mantienen un compromiso y vínculo con su patria; cambio en fecha de las elecciones presidenciales y parlamentarias, para que no interfieran con los meses de verano o la fiesta de Navidad y Año Nuevo; declaración de patrimonio e intereses más transparentes y más efectivas; iniciativa popular de ley; fideicomiso ciego; plebiscitos populares. Son parte de la agenda democrática que ya está en el Congreso de nuestro país.

Y para el 2011 esperamos, además, incrementar y fortalecer esta agenda democrática con una nueva ley de partidos políticos y con un sistema de primarias que sean voluntarias, vinculantes y simultáneas.

Amigas y amigos:

Sin duda este año 2010 ha sido un año de grandes desafíos, pero también de grandes realizaciones. Desde el punto de vista de nuestro Gobierno, fue el año de la instalación, de la reconstrucción, del Bicentenario y de la recuperación económica. El año 2011 no va a ser un año menos intenso ni menos exigente, porque la misión de este año 2011 será la de consolidar el crecimiento económico, avanzar decisivamente en la reconstrucción y llevar a cabo 7 grandes reformas estructurales, que todos sabemos son necesarias y que no podemos seguir postergando. Y esas 7 reformas apuntan directamente al corazón de lo que importa e interesa a las personas para tener una vida de mayor calidad y de mayor dignidad:

La reforma a la salud, a la educación, a la seguridad ciudadana, la lucha contra la pobreza, el logro de un mejor equilibrio con el medioambiente y un mejor balance en materia de energía, la modernización del Estado y la revitalización de la democracia son, además del crecimiento y además de la reconstrucción, los grandes desafíos que como sociedad tendremos que enfrentar este año 2011.

Quiero terminar estas palabras recordando que la historia de Chile se ha forjado siempre en la adversidad. No en vano nacimos como la colonia más pobre del reino español y la colonia más aislada de los centros desarrollados del mundo. Aislados por los desiertos más secos, los océanos más grandes, las cordilleras más altas, los hielos más fríos. Y así se forjó el temple valeroso de nuestro pueblo y el alma noble de nuestra nación. Y por eso hoy día tenemos el legítimo orgullo de poder afirmar que somos el país de América Latina no solamente con el mayor ingreso per cápita, sino el que tiene la mejor oportunidad y el mayor potencial para alcanzar metas con las cuales siempre hemos soñado, pero que todavía no hemos sido capaces de lograr.

Este año 2011 ya está golpeando nuestras puertas, lleno de oportunidades, pero también lleno de amenazas, porque el mundo moderno, la sociedad del conocimiento y la información, el mundo de la globalización, es un mundo que ofrece todas las oportunidades a los países que quieran abrazarlas con voluntad y con coraje, pero que va a ser indiferente, e incluso cruel, con aquellos países que simplemente las quieran dejar pasar. Y por eso tenemos que tomar plena conciencia que el futuro depende de nosotros y que el desafío de nuestra generación, la generación del Bicentenario, es alcanzar el sueño que nuestros padres y abuelos siempre acariciaron, pero nunca alcanzaron, y es transformar a nuestro país, a nuestra patria, en el primer país de América Latina que antes que termine esta década, logre dejar atrás el subdesarrollo, derrotar la pobreza y crear una sociedad de oportunidades, de seguridades y de valores para todos sus hijos, para que todos y cada uno de nosotros sepa que va a tener la oportunidad de desarrollar sus talentos, pero que también todos sepamos que vamos a tener las seguridades básicas compatibles con la dignidad de un ser humano, por el solo hecho de haber nacido en esta tierra bendita. Y también queremos crear una sociedad de valores, porque las personas tienen cuerpo y alma, y no solamente de pan vive el hombre. Y por eso el compromiso de nuestro Gobierno con valores fundamentales como el valor de la vida, de la libertad, de la justicia, de la paz, del medioambiente, son valores con los cuales estamos profundamente comprometidos.

Por eso yo estoy más convencido que nunca que esa es la gran misión de nuestra generación, y que algún día nuestros hijos y nuestros nietos nos van a preguntar ¿cómo enfrentamos el gran desafío de este año 2011 y el gran desafío de este siglo XXI? Y ese día no podemos dar excusas, ese día tendremos que rendir cuenta ante nosotros mismos, ante las generaciones que vendrán y ante nuestra propia historia. Y estoy seguro que con la ayuda generosa de Dios y con el trabajo esforzado y unitario de todos los chilenos, lo vamos a lograr.

Muchas gracias.