Encuesta ENUSC y realiza homenaje a Carabineros y PDI
Palabras de S.E. el Presidente de la República, se refiere a Encuesta ENUSC y realiza homenaje a Carabineros y PDI
Santiago, 4 de Marzo de 2014
Muy buenas tardes:
Quiero recordarle a usted, ministro, que hace poco tiempo aprobamos en nuestro país una ley de no discriminación, que en este instante no se está cumpliendo, porque tenemos a los funcionarios de la Policía de Investigaciones a la sombra, en cambio, los de Carabineros a los rayos del Sol.
Hoy día nos hemos reunido con tres propósitos.
Primero, destacar, reconocer y agradecer a aquellos funcionarios de Carabineros de Chile y de la Policía de Investigaciones de Chile, que se han distinguido, más allá de lo que es simplemente el cumplimiento del deber, entregando lo mejor de ellos mismos para combatir con mayor eficacia el delito y dar más tranquilidad y seguridad a la familia chilena.
En segundo lugar, para homenajear a una persona, a un funcionario de Carabineros que siguiendo, por lo demás, una honrosa tradición familiar, formó parte de Carabineros de Chile, pero que además entregó su vida, cumpliendo así con el juramento que hizo de estar dispuesto a entregar su vida, si fuera necesario, para proteger nuestras vidas. Éste es un homenaje sentido y profundo que celebraremos hoy día, en presencia de miembros de su familia.
Y en tercer lugar, para dar a conocer los resultados de la Encuesta ENUSC, que es la encuesta que a nivel nacional, todos los años, mide la situación en materia de delitos y el grado de avance en las políticas públicas para combatir a la delincuencia.
Voy a empezar por dar a conocer los resultados de esta última encuesta y les vamos a entregar a todos ustedes un informe con la información completa que esa encuesta contiene.
Recordemos que ésta es una encuesta que se hace todos los años y que incorpora a más de 26 mil familias a lo largo y ancho de nuestro país. Esta encuesta se realizó por primera vez el año 2003, y a partir del año 2005, es decir, hace ya 8 años, se realiza anualmente, lo cual nos permite tener un termómetro comparable para poder ver cómo evoluciona la delincuencia en nuestro país y para poder medir la eficacia de las políticas públicas para combatir esa delincuencia.
Quisiera recordar que la delincuencia, el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado, son enemigos formidables y poderosos, frente a los cuales no hay que mostrar ninguna debilidad, ninguna ingenuidad, porque siempre tenemos que combatirlos con toda la fuerza y todo el rigor de la ley, pero también, siempre tenemos que combatirlos dentro del marco de la ley, porque son enemigos poderosos, son enemigos crueles, que no respetan a nada ni a nadie, para poder conseguir sus perversos objetivos. Y ésta es una lucha que se ha dado a lo largo de toda la historia de la humanidad y que se da en todos los lugares del mundo. Y, por supuesto, también en Chile.
Cuando llegamos al Gobierno, la tasa de victimización de las familias de Chile, que mide el porcentaje de las familias de Chile que han sido víctimas de un delito, alcanzaba a un 33,6%, y me refiero al año 2009. Esto significa que una de cada tres familias en nuestro país había sido víctima del delito ese año 2009. Sin duda, esta cifra es inaceptable. Por eso, desde el primer momento, y cumpliendo nuestro compromiso, nos propusimos fortalecer y endurecer la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico, el terrorismo, el crimen organizado.
Tomamos múltiples medidas: incrementamos en 10 mil la dotación de Carabineros de Chile, que pasó de 35 a 45 mil efectivos protegiendo a la gente en sus barrios, en sus plazas, en sus calles, y aumentamos en mil la dotación de oficiales de la Policía de Investigaciones, con el mismo propósito.
Aplicamos el Plan Cuadrante llevándolo a más de 150 comunas a lo largo y ancho de nuestro país.
Establecimos el Programa Barrio en Paz, tanto residencial como comercial, en los principales barrios de nuestro país.
Fortalecimos y ampliamos la marcha y funcionamiento del Plan Cuadrante y del Plan Centauro, que es uno de los planes que más eficacia ha demostrado en la lucha contra la delincuencia.
Establecimos el sistema STAD, que es un sistema de última generación, que por lo demás ha sido inspirado en lo que se hizo en la Policía de Nueva York, en todas las comisarías de nuestro país, para que los Carabineros de Chile puedan planificar mejor su acción y para que la ciudadanía tenga mejor información y, en consecuencia, mayor participación.
Mejoramos la tecnología y el equipamiento de nuestros carabineros, a través de cámaras de vigilancia, mejor equipamiento de transporte, mejores elementos de seguridad.
Propusimos reformar un conjunto de leyes, entre ellas, la Ley Antiencapuchados, para terminar con algo que no puede seguir ocurriendo, que es la impunidad con que muchas veces los encapuchados, protegidos detrás de sus capuchas, no teniendo el coraje de dar su cara, destruyen las vidas, las propiedades públicas y privadas, con un sentido de impunidad que es inaceptable.
Establecimos un proyecto de ley para permitir lo que se llama la identificación preventiva, en algunos casos y circunstancias, que hacen anticipar que puede cometerse un delito, que Carabineros o la Policía de Investigaciones pueda pedir una identificación preventiva.
Enviamos un proyecto de ley que fortalece la protección de la vida y la integridad física de nuestros carabineros, porque un carabinero merece ser mejor protegido en su vida e integridad física, porque después de todo, las está arriesgando por proteger las nuestras. Y además, porque un carabinero bien protegido y mejor respetado es un carabinero más eficiente y más eficaz en proteger la seguridad de todas las familias chilenas.
Adicionalmente, hemos propuesto un conjunto de reformas al Código Procesal Penal, y estamos próximos a enviar un proyecto de ley con un nuevo Código Penal. El nuestro data del año 1834, y sin duda requiere una profunda y urgente modernización.
Además, hemos hecho un enorme esfuerzo por comprometer e involucrar, informando más y convocando a participar a la ciudadanía, porque es verdad, no podemos tener un carabinero en cada esquina, pero sí podemos tener un ciudadano honesto y alerta, que ayude a la labor de carabineros, e implementamos múltiples sistemas de participación y denuncias.
Ha sido un esfuerzo grande, y hoy día quiero compartir con ustedes los resultados.
Si el año 2009 la tasa de victimización, es decir, el porcentaje de los hogares que habían sido víctimas de un delito, fue de un 33,6, uno de cada tres hogares chilenos fue víctima del delito, la encuesta ENUSC del año 2013 muestra que ese porcentaje se redujo a un 24,8%. Ésta es una caída significativa, importante, pero no suficiente. Si antes una de cada tres familias era víctima del delito, el año 2009, el año 2013 una de cada cuatro familias fue víctima del delito. Esto significa, en palabras simples, que más de 350 mil familias chilenas, y cerca de 1 millón 400 mil ciudadanos chilenos dejaron de ser víctimas, se liberaron de las consecuencias del delito, gracias a este avance que como sociedad hemos logrado.
Quiero aquí, una vez más, reconocer, destacar, agradecer la labor permanente, abnegada, comprometida que realiza Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones en esta lucha sin cuartel, sin contemplaciones, con todo el rigor de la ley, pero dentro del marco de la ley, contra la delincuencia, el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado.
Adicionalmente, esta rebaja de 33,6 a 24,8% en la victimización a nivel de las familias, también se expresa en una caída significativa en la victimización a nivel de las personas.
El porcentaje de hogares que denunciaron los delitos, sigue siendo muy importante, 44% de los hogares denuncia los delitos, lo cual es necesario para poder orientar la lucha contra la delincuencia.
Sin embargo, estamos muy conscientes que si bien hemos tenido una mejoría en los números reales, todavía persiste en nuestros compatriotas, una percepción de inseguridad, de falta de tranquilidad y de paz.
Esa percepción es muy justificada, porque si bien hemos bajado de 33,6 a 24,8 el índice de victimización, todavía los índices de delincuencia en nuestro país siguen siendo demasiado altos. Y, por tanto, esta lucha no termina.
Quisiera destacar que este avance que hemos logrado, que por supuesto es un avance significativo, meritorio e importante, lejos de hacernos bajar los brazos, nos va a fortalecer, nos va a dar nuevas fuerzas, nuevas voluntades, para seguir combatiendo el delito en nuestro país.
Las principales causas que identifica la propia gente, para la delincuencia en los barrios, está esencialmente en falta de mayor preocupación de los padres por la conducta de los miembros de su familia, falta de mayor presencia policial y, por supuesto, el consumo y la adicción a las drogas, porque muchos delitos se cometen bajo los efectos de las drogas o para buscar dinero para poder comprar esas drogas.
Desde ese punto de vista, sin duda hoy día podemos estar no contentos, porque nunca vamos a estar contentos ni vamos a bajar la guardia en la lucha contra la delincuencia y el delito, pero podemos estar satisfechos de que vamos en la dirección correcta, que si bien nos queda mucho camino por recorrer, estamos avanzando en la dirección correcta, porque el delito está empezando a retroceder y, en consecuencia, la paz, la tranquilidad y la seguridad de los hogares chilenos está empezando a avanzar. Y eso es algo muy importante.
Ni un país en el mundo ha logrado ganar definitivamente la batalla contra la delincuencia. La delincuencia está, en cierta forma, en la naturaleza humana, y existe en todas partes y ha existido en todos los tiempos. Yo he recordado que el primer homicidio se cometió cuando había cinco personas, de acuerdo a la Biblia, en este mundo: Adán, Eva y sus tres hijos, Abel, Caín y Set, y fue Caín el que con una quijada de burro mató a Abel.
Pero también quiero decir, la lucha contra la delincuencia compromete a muchas instituciones, compromete al Gobierno cien por ciento, a Carabineros, a la Policía de Investigaciones, a la fiscalía y a los fiscales, a los jueces de garantía, a los Tribunales de Justicia, a Gendarmería, y un Presidente que tiene la responsabilidad de velar por la seguridad de sus compatriotas, también tiene la obligación de velar porque todas estas instituciones operen con la mayor coordinación y eficacia posible, porque ésta es como una cadena, y todos sabemos que una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones.
Por eso hemos hecho un enorme esfuerzo por mejorar la coordinación, el trabajo en equipo de todas estas instituciones, y lo establecimos así en una ley, porque nada logramos con resolver policialmente un delito si no somos capaces de que esa evidencia la tome el fiscal, que es el que tiene la responsabilidad de dirigir la investigación, se transforme en una acusación con pruebas que permita a los tribunales ejercer su función y poder evaluar, en el mérito de la causa, la inocencia o culpabilidad, y actuar en consecuencia.
Por eso, este Gobierno, el ministro del Interior y Seguridad, este Presidente, respetamos y protegemos la independencia de los poderes del Estado, incluyendo, por cierto, y en forma muy especial, la independencia del Poder Judicial, que es parte esencial no solamente del Estado de derecho, es parte esencial también de lo que se denomina el “debido proceso”.
Pero también tenemos una preocupación muy especial por las víctimas de la delincuencia en nuestro país y por los millones y millones, que somos la inmensa mayoría de los chilenos, que queremos y merecemos vivir una vida con mayores niveles de tranquilidad, de seguridad y de paz.
Esa es la única razón por la cual a veces alzamos nuestra voz cuando creemos que hay cosas que deben ser mejoradas y cuando creemos que se deben coordinar mejor las distintas instituciones. Y eso no es solamente un derecho que tiene este Presidente, es un deber que tiene este Presidente.
Termino estas palabras rindiendo un sentido homenaje a Daniel Andrés Silva Rodríguez, porque él, siendo cabo primero de Carabineros, profesión, vocación que heredó de su padre, y en cierta forma también de uno de sus tíos, el suboficial mayor Pablo Arturo Silva, que también fue víctima y mártir de Carabineros, entregó su vida cumpliendo con su deber por proteger nuestras vidas y nuestra integridad.
Aquí están, junto con él, su madre, Sandra Rodríguez, y también sus dos hermanos, Juan y Paola. Yo quiero rendir este homenaje y agradecer a su madre, agradecer a su familia. Yo sé el dolor que esto significó, por eso nuestra preocupación permanente por cuidar y proteger a aquellos que dedican su vida y arriesgan sus vidas por proteger las nuestras. Les quiero decir que tienen hoy día toda la admiración, la solidaridad y la simpatía de este Presidente y de un país entero, que ha sabido querer, respetar y agradecer y admirar la labor que cumple Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones.
Muchas gracias.