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Puesta en marcha obras hidráulicas del Parque Renato Poblete

Puesta en marcha obras hidráulicas del Parque Renato Poblete

Palabras de S.E. el Presidente de la República, en puesta en marcha obras hidráulicas del Parque Renato Poblete

Santiago, 7 de Marzo de 2014

Muy buenos días:

Sin duda ésta es una mañana de emociones, nostalgias, recuerdos, gratitud y también de mucha alegría, porque éste es un sueño que tal vez fue inspirado por el padre Hurtado, cuya escultura acabamos de visitar, y felicito a la escultora, que hizo una obra fuerte, con mensaje, expresión, como debe ser siempre el arte, que llegue al corazón.

Y también, porque nos permite recordar, una vez más, a un hombre que fue parte tan importante en nuestras vidas. Porque tenía, entre las muchas cualidades, si hubiera tenido que nombrar a un ministro de Hacienda, hubiera nombrado al padre Poblete. No habría déficit fiscal, no habría escasez de recursos. Si hubiera tenido que nombrar a un jefe de las comunicaciones, del marketing, habría nombrado al padre Renato Poblete. Pero si hubiera tenido que escoger a un amigo, a un consejero, aunque a veces nos despertaba a las 6 de la mañana, sin duda que también habría escogido al padre Renato Poblete.

Tengo un cariño y una gratitud entrañable por el padre Poblete. Lo conocí cuando era muy, muy niño, porque fue un gran amigo de mis padres. Lo único que podría reclamarle es que él siempre, siempre, siempre, siempre, cuando teníamos cualquier diferencia de opinión con mi mujer, se ponía del lado de la Cecilia. Esa fue la trayectoria de toda una vida.

Pero él tiene mil cualidades, y uno lo recuerda con ese cariño, esa nostalgia. A mí me emocionó hasta las lágrimas cuando de repente me encontré con el padre Renato Poblete, en esa escultura que lo refleja tan íntimamente, tan verídicamente, lo que él era, los brazos, acogiendo a todo el que se le acercara.

Recuerdo que cuando él estaba en las últimas etapas de su enfermedad, lo visité muchas veces, pero el padre Renato Poblete tenía esa bondad y esa ironía que nunca lo abandonó, porque cuando lo visité como candidato, al final me dijo “viene como amigo o como candidato”. Pensé un poco, digo, no le puedo mentir al padre Poblete, le dije “por las dos”. Y me quedé con esa frase adentro y lo volví a visitar como Presidente electo, y recuerdo perfectamente bien que quería, y le conté, haberlo nombrado capellán de La Moneda, pero sabía que ya sus días estaban muy próximos.

Y recuerdo que él me tomó las manos, en esas cosas que quedan grabadas para siempre, estábamos solos en su pieza del Hospital Clínico de la Universidad Católica, y me dijo “nunca te olvides, nunca te olvides que eres Presidente de todos los chilenos, pero muy especialmente de los más pobres, de los más necesitados, de los más desamparados, de los más solitarios, de los que más necesitan ayuda, porque los Presidentes tienen que ser como un buen padre de familia, preocuparse de todos sus hijos, pero tienen que tener esa capacidad de una preocupación, un cariño y una motivación muy especial por los que más lo necesitan”.

Y a mí eso se me quedó grabado y muchas veces, cuando tengo que tomar una decisión, me acuerdo del padre Poblete. Y eso me ha ayudado y me ha servido para tomar muchas decisiones, porque ustedes saben, que en las sociedades modernas, los grupos de presión tienen mucha fuerza para hacer oír su voz, para a veces hacer oír sus argumentos y sus presiones, incluso para intentar imponer esas presiones. Es en esos momentos cuando uno se acuerda del padre Renato Poblete y piensa en los que no tienen voz, en los que no son capaces de marchar ni de protestar, pero que necesitan más que ningún otro esa mano solidaria y acogedora del Estado.

Quería también agradecer a tantas y tantos que sé entregaron lo mejor de sí mismos para tener hoy día la oportunidad de estar inaugurando este maravilloso Parque en la comuna de Quinta Normal.

Quiero agradecer a la alcaldesa de Quinta Normal, Carmen Gloria, muchas gracias por su apoyo y, además, usted va a tener una tremenda responsabilidad, que va a ser, como buena dueña de casa, en el sentido grande de la palabra, hacerse cargo de este parque, cuidarlo, protegerlo y legarlo a las generaciones que vendrán.

Muchos de los árboles están creciendo. Algún día van a ser frondosos, y ese día nuestros nietos, espero que recuerden a nosotros, los chilenos y chilenas de la generación del Bicentenario, con el mismo cariño con que nosotros recordamos a figuras que nos antecedieron, como por ejemplo, el ex intendente Vicuña Mackenna.

Pero le quiero decir también de que no la vamos a dejar sola en esta tarea, porque parte del proyecto Parques para Chile, o Elige vivir tu Parque, es construir parques. Y, de hecho, hemos hecho un enorme esfuerzo para construir 47 parques a lo largo y ancho de nuestro país, en todas las regiones de nuestro país.

Pero adicionalmente a la construcción de esos parques, que nos van a permitir recuperar un terreno y un tiempo perdido y llenar un déficit, la falta de áreas verdes, de espacios para la recreación, la naturaleza, la familia, el proyecto Elige vivir tu Parque también contempla un financiamiento para que las comunas puedan hacerse cargo de la mantención de los parques.

Así que, alcaldesa, le podría en esta vida prometer un indulto, que usted no necesita, pero el padre Poblete le puede a lo mejor regalar una indulgencia, que todos la necesitamos.

Querría agradecer también a la ministra de Obras Públicas, Loreto Silva, y al ex ministro de Obras Públicas, don Hernán de Solminihac, que entregaron en este proyecto más que simplemente el deber que corresponde a un ministro de Obras Públicas, entregaron el alma, el corazón, el cariño, se comprometieron. Y más vale que haya sido así, pero le recuerdo a usted, don Hernán de Solminihac, de que usted puede hacer muchas cosas, pero hay una cosa que no puede dejar de hacer, que es este Parque Renato Poblete y esa posta la tomó Loreto Silva, con la misma vocación y dedicación, pero le agregó el talento femenino.

El ministro Hernán de Solminihac me hablaba solamente de las esclusas, las obras estructurales, la ingeniería, el movimiento de suelos. La ministra Loreto Silva me hablaba de los paisajes, de las áreas de recreación, donde iban a estar las familias, donde iban a jugar los niños.

Agradecer, por supuesto, al ministro de Vivienda, Urbanismo y de Bienes Nacionales, porque sin su apoyo, sin su ayuda este parque no habría sido posible. Y además, este parque no está solo, es parte no solamente de esa familia de 47 parques que vamos a aportar a las generaciones que vendrán, sino que también es parte de un proyecto muy grande que acabamos de ver, el proyecto 42-K, que es una ruta de 42 kilómetros que nos va a permitir unir todos los parques en torno al Río Mapocho, desde los alrededores de la Cordillera, hasta la parte poniente de nuestra ciudad. Ahí pudimos ver una parte de lo que es la ruta 42-K, que va a permitir unir los parques de Lo Barnechea, el Parque Bicentenario, el Parque Japonés, el Parque Forestal, el Parque de Los Reyes, el Parque Renato Poblete, y los parques que tendrán que venir.

Porque Santiago es una ciudad que no tiene agua, y las ciudades con agua tienen una tremenda ventaja, como por ejemplo, Río de Janeiro, Sidney, Barcelona. Pero nosotros quisimos compensar eso, porque teníamos el Río Mapocho, y quisimos devolverle al Río Mapocho esa majestuosidad, esa grandeza que nunca debió haber perdido.

Quiero agradecer también a la empresa Aguas Andinas, que se comprometió con este proyecto desde muy temprano y nunca dejó que ese compromiso se marchitara, sino que, por el contrario, nos ayudó a enfrentar todas las dificultades.

Agradecer al diputado por este distrito, don Nicolás Monckeberg, que fue realmente perseverante, comprometido y en los momentos en que las dificultades oscurecían el panorama, llegaba don Nicolás Monckeberg a recordarnos los compromisos y aportar todo su talento y toda su fuerza para sacar adelante este proyecto.

Agradecer a Luz Granier y a través de ella a su marido, que tal vez está hoy día más contento que todos nosotros, junto al padre Renato Poblete, porque él fue un gran impulsor de este proyecto.

A don Lucas Palacios, que también siempre estuvo al pie del cañón, y me informabas rigurosamente, porque quise tener una voz propia dentro del Ministerio de Obras Públicas, no depender solamente de lo que me dijera el ministro, y el subsecretario, don Lucas Palacios, me informaba con mucha regularidad.

Agradecer a Mariana Concha, porque en el Ministerio de Obras Públicas se comprometió la Dirección de Obras y la Dirección de Obras Hidráulicas, para que esto surgiera adelante.

Agradecer a la familia del padre Renato Poblete. Aquí tenemos otro padre Renato Poblete. Difícil llamarse Renato, llamarse Poblete, ser cura y además ser jesuita. Por Dios. Ahí si que la vara está alta. Como nosotros también hemos querido dejarle la vara alta al próximo Gobierno.

Agradecer también a don Santiago Valdés y doña Magdalena Piñera Morel, porque ellos fueron, desde La Moneda, desde el segundo piso, muy cerca de la oficina del Presidente, los que también impulsaron este proyecto, porque este proyecto uno cree que es fácil hacerlo, ustedes no saben la cantidad de dificultades, de todo tipo, recuerdo las negociaciones con su antecesor, que fueron muy difíciles, recuerdo las discusiones con los ingenieros, con el Consejo de Monumentos Nacionales, con tantas autoridades que tienen que cumplir su deber. Pero uno siente que de repente son demasiadas, porque la cantidad de problemas, de dificultades que hay que sobrepasar para que una obra pueda ver la luz del Sol en nuestro país, es extraordinaria. Y eso es lo que uno aprende cuando está en el Gobierno. Las cosas son mucho más difíciles de lo que parecen.

Y uno a veces lee esas editoriales en los diarios, que pontifican sobre las cosas que hay que hacer. Les digo “vengan un minuto a ver cómo es la realidad, tomen por un minuto la guitarra, y estoy seguro que cambiarían sus puntos de vista”.

Agradecer a los Canalistas del Maipo, que han contribuido generosamente a que este proyecto pueda ser hoy día una realidad.

Y agradecer muy especialmente a don Cristián Boza, y no me estoy refiriendo a usted, me estoy refiriendo, en primer lugar, a su hijo, don Cristián “Gogo” Boza. Y sé que ningún padre se pone celoso cuando los hijos son reconocidos y destacados. Pero, en honor a la verdad, mucho antes que el hijo ni siquiera supiera la existencia de la idea de este Parque Renato Poblete, recuerdo con su padre, y gran amigo, don Cristián Boza, que venimos pensando en este proyecto desde la década de los noventa.

A comienzos de los noventa, nosotros tuvimos una reunión con Pascual Maragal, alcalde de Barcelona, Barcelona se estaba preparando para las Olimpiadas del año 92, y él tomó una decisión, Barcelona le daba la espalda al mar, al Mar Mediterráneo, y él dijo “vamos a hacer lo que siempre debimos haber hecho, abrazar el mar y no darle la espalda”, e inició un proyecto que contemplaba muchas obras, que finalmente estuvieron listas o casi listas para las Olimpiadas del año 92, porque esa obra modernizadora siguió avanzando. Recuerdo, cuando vimos eso quedamos maravillados con Cristian Boza y nos preguntamos ¿Qué podríamos hacer en nuestro país, en nuestro Chile, una obra grande, trascendente, que recoja el alma, la historia y que sea una verdadera proyección y un verdadero legado para las generaciones que vendrán?

Y rápidamente convergimos que eso tenía que ver con el Río Mapocho, y empezamos a investigar. Le escuché mil veces a Cristián Boza narrarme párrafos completos de las cartas que le escribía Pedro de Valdivia al Rey de España, cuando le decía, Pedro de Valdivia entró a Chile cabalgando por Copiapó, por lo que entonces se llamaba San Francisco de la Selva. ¿Dónde están las selvas? En ese entonces, estaban. Y llegó a este valle y se maravilló, y le escribía al Rey de España que se “había encontrado con un valle como no había ni uno igual, con una cordillera majestuosa, de la cual bajaba trepidante un magnífico río que se perdía raudo hacia el mar”. Versión libre de la carta de Pedro de Valdivia al Rey de España, pero que recoge las palabras y los conceptos fundamentales.

Ahí empezamos a soñar con el Proyecto del Mapocho Navegable. Recuerdo las caras que nos ponían cuando presentábamos este proyecto. Hasta pensé que el arquitecto se había vuelto loco. Pero la perseverancia es una característica muy importante en la vida. Creatividad, sin perseverancia, puede ser estéril; perseverancia sin creatividad, puede ser fatal.

Siento que aquí se juntaron las dos cosas, esta idea de transformar el Río Mapocho. Ahí surgieron muchos proyectos, el proyecto de hacer del Mapocho Navegable, con la construcción de estas esclusas, y por supuesto que cuando leíamos esas columnas en los diarios, que nos recordaban que el Mapocho era un torrente más que un río, cosa que por supuesto ya lo sabíamos, o cuando nos decía que el Mapocho arrastraba mucho material, que también lo sabíamos, mucha gente en nuestro país se dedica a describir los problemas, ojalá hubieran más que se dedicaran a proponer las soluciones.

Y empezamos a soñar con este Proyecto del Mapocho Navegable, que hoy día estamos haciendo realidad en su primera etapa, porque hoy día tenemos tres esclusas sobre el Río Mapocho, que generan tres espejos de agua. Y uno se podía imaginar cómo sería el Mapocho si tuviéramos estos espejos de agua y que cada uno de ellos vertiera en el otro espejo, alimentando esta continuidad que es el cauce del río, que en cierta forma refleja la continuidad de la vida, cómo cada generación vierte sobre la otra y así vamos construyendo un país mejor.

Pero además de los tres espejos de agua que generan estas tres esclusas que están funcionando, y muy bien, que muchos creían que era imposible, que son abatibles, porque sabemos que de vez en cuando la furia del río se desata, y ahí les recomiendo a todos ustedes hacer lo mismo que cuando a la señora uno la encuentra enfurecida, lo mejor es rendirse de inmediato.

Acá lo mismo, cuando eso pasé, hay que rendirse de inmediato, hay que abatir las esclusas y dejar que el río corra con todas su fuerza y toda su majestuosidad y arrastre toda su furia, toda su fuerza, toda su potencia, hasta que se calme, y entonces uno puede restablecer el diálogo con la señora y también restablecer las esclusas nuevamente.

Es una buena lección, sabia, de la experiencia que este Presidente ha acumulado no en cuatro años de Gobierno, sino que en cuarenta años de matrimonio.

Este maravilloso parque de treinta hectáreas, con un espejo de agua de más de 3 hectáreas, éste es un brazo del río, que lo hemos desviado, conducido, para que genere este espejo de aguas calmas, donde los niños, las familias, podrán venir a disfrutar del parque, de este espejo de agua, y podrá haber, como siempre lo soñamos y quisimos tenerlos hoy día, ojalá muchas botes, botes a remo, kayak, todo tipo de embarcaciones pequeñas, para que la gente disfrute de esta combinación: el Río Mapocho, las islas, los espejos de agua, el parque, las ciclovías, las zonas para picnic, las zonas para ejercicios y deportes, el anfiteatro que va a tener este parque, para que pueda haber música, espectáculos artísticos, a la luz del día o bajo la luz de las estrellas, y poder hacer de Santiago una ciudad más humana, más cariñosa, más amable, que aporte al bienestar de las familias chilenas.

Siento que este parque cumple a cabalidad lo que fueron nuestros sueños y nuestras intenciones. Estamos a un 90%, nos queda todavía un poco, sé que algunos van a decir que no lo debimos haber inaugurado. Estoy en total desacuerdo. Cuando uno ha soñado, trabajado, perseverado y enfrentado mil obstáculos y dificultades durante 24 años, literalmente, siento que tiene derecho también a participar de esta ceremonia, que es una ceremonia de alegría, de agradecimiento, de reconocimiento al padre Renato Poblete, al padre Hurtado, a todos ustedes y, sobre todo, a los habitantes de estas comunas del sector poniente de Santiago, Carmen Gloria, los habitantes de su maravillosa comuna de Quinta Normal, pero también de Santiago, Recoleta, Cerro Navia, Independencia, que van a beneficiarse de este parque. Vamos creando una familia de parques a lo largo de ese eje y columna vertebral de la ciudad de Santiago, que es el Río Mapocho, que hace muy poco tiempo era una verdadera cloaca a tajo abierto, donde vertíamos todos los desechos y las aguas servidas de nuestra ciudad. Eso se terminó. Hoy día no hay ningún emisario que vierta aguas servidas al Río Mapocho, y eso ha sido un gran trabajo también de Aguas Andinas, que apreciamos y reconocemos, a pesar que era parte de su contrato de concesión. Pero además de eso, las aguas ahora están limpias de ese tipo de contaminantes.

Pero, por supuesto, éste es un río que viene de la Cordillera, que se alimenta también del Canal San Carlos, que trae agua del Río Maipo y, por tanto, estas aguas son del color de nuestra tierra. Pero aquí van a poder jugar, hacer deporte, hacer canotaje, hacer remo, millones y millones de chilenas y chilenos de hoy día y los que vendrán mañana, y eso sin duda es un aporte a una ciudad con mejor calidad de vida, con más elementos de naturaleza, recreación, de familia, que son tan importantes para una vida más plena y más feliz y que muchas veces, por distintas razones, las descuidamos.

Por todo eso, quisiera también agradecer a los trabajadores, que con su esfuerzo, compromiso, trabajo, dedicación, transformaron esto que hace muy poco tiempo era un basural, un sitio eriazo, donde se acumulaba la basura y los contaminantes, donde nadie se atrevía a caminar, porque era un lugar peligroso, en este parque y esta maravillosa laguna que estamos inaugurando hoy día. Gracias, porque trabajaron con mayor dedicación y mayor compromiso por este parque, estoy seguro que el padre Renato Poblete tiene mucho que ver con eso, porque tiene que haber empujado con la misma fuerza con que empujaba a su querido Hogar de Cristo, durante sus tiempos en este mundo.

Y quisiera decir que este parque es parte de una familia de parques. Por eso vamos a entregar hoy día un libro que se denomina Elige Vivir tu Parque, que hace un recorrido por estos 47 parques que estamos construyendo, muchos de ellos terminados, otros en plena ejecución, otros en las etapas de diseño, porque así es la vida, la vida no se hace en un día. A Dios le tomó siete días crear el mundo; a los hombres nos va a tomar todas nuestras vidas, como un compromiso de seguir mejorando la calidad de la vida, la felicidad de los seres humanos en este planeta Tierra, que por el momento es el único que tenemos.

Éste es un libro que es parte del Legado Bicentenario, que son las obras que nosotros, la generación del Bicentenario, hemos recuperado, rescatado, protegido, proyectado, para legarlas a las generaciones que vendrán, desde la Ruta de las Misiones y las Iglesias coloniales de la región de Arica y Parinacota, hasta el Teatro Regional de Punta Arenas, que es otra maravilla que logramos rescatar, conservar y legar a las generaciones que vienen.

Por todo eso, quiero decirles que para mí éste es un momento de especial alegría, se nota en la cara, de especial emoción, de especial gratitud, y también siento que estamos haciendo justicia con un hombre que fue tan importante en la vida de tantos de nosotros.

El padre Poblete tenía una particularidad, él se las ingeniaba para hacerles creer a todos y cada uno que uno era el mejor amigo que tenía en este mundo, y lo peor de todo es que todos lo creíamos, y después uno se encontraba y todos invocaban el mismo título. Esa era parte de la genialidad de Renato Poblete, que yo sé que igual como me dio un consejo que me ayudó a ser un mejor Presidente, también junto a mi mujer nos dio muchos consejos que nos han ayudado ser mejores seres humanos.

Muchas gracias.