Despedida de los funcionarios del Palacio de Gobierno
Palabras de S.E. el Presidente de la República, en despedida de los funcionarios del Palacio de Gobierno
“Muy buenos días:
Los veo entusiastas, de buen ánimo, contentos, y creo que hay buenas razones.
Quiero expresar hoy día solamente dos sentimientos: primero, un profundo sentimiento de gratitud a todos y cada uno de ustedes. Los vimos trabajar, durante estos cuatro años, entregando todo lo mejor que ustedes tienen dentro, y lo hicieron con amor por Chile, por los chilenos, lo hicieron entregando su compromiso, que es lo más importantes, su lealtad. Además, por supuesto, de sus talentos, su esfuerzo.
Pero también, quiero agradecer a todos los chilenos, porque nos dieron un privilegio, nos dieron un verdadero honor, que es designarnos democráticamente para gobernar nuestro país. Qué cosa puede ser más grande, más noble y más motivante, que el encargo que nos hicieron los chilenos de gobernar nuestro país.
Siento que hoy día nos vamos con la cabeza en alto, mirando a los chilenos a los ojos, porque cumplimos la tarea para la cual fuimos elegidos. Estoy seguro que hoy día Chile es un mejor país que el que teníamos hace sólo cuatro años. Un mejor país para nacer, para crecer, para estudiar, para trabajar, para formar familia, para desarrollarse como persona, para envejecer.
Y quiero agradecer muy especialmente a las mujeres de mi país, porque tal vez eran millones de noticias las que se produjeron durante estos cuatro años, hubo una que pasó un poco desapercibida, y que no estuvo en los titulares ni en los primeros planos, pero tal vez es la que mejor refleja el trabajo profundo que hicimos. Hasta hace muy poco tiempo, en nuestro país cada día nacían menos niños. Durante nuestro Gobierno esa tendencia cambió y empezaron a nacer más niños. Y cuando las familias chilenas, las parejas chilenas, que quieren lo mejor para sus hijos, deciden tener más hijos, es porque tenemos un mejor país.
Por todo eso, gracias a las madres y a los padres, gracias a todos ustedes y gracias a esos millones y millones de chilenos, porque a lo largo de nuestro recorrido por Chile, y quería compartirlo con ustedes, siempre, siempre sentimos el cariño, el apoyo y la comprensión de la gente. Esos abrazos apretados, esos besos cariñosos, esas sonrisas alegres, esas palabras amables, esos gestos de alegría y de compromiso, o simplemente a veces uno intuía un pensamiento en lo más profundo del corazón.
Por eso, quiero hoy día en que estamos terminando una misión, una misión para la cual entregamos lo mejor de nosotros mismos en forma incansable, siento que durante estos cuatro años no tuvimos un día de descanso. A veces uno lee en la prensa “el Presidente está de vacaciones”. Lo único que cambia es el lugar de trabajo.
Agradecerle a todos ustedes, pedirles perdón, porque a veces, tal vez la impaciencia, tal vez las ganas de que las cosas avanzaran más rápido, pudimos haberlos presionado más de la cuenta.
Y agradecerle a Cecilia, mi mujer, que está conmigo, porque de verdad pienso, y lo digo con mucho orgullo, que fue una gran Primera Dama, pero además de eso, les puedo decir, es muy difícil poder ser un buen Presidente sin tener al lado, no atrás, una amiga, una compañera, una consejera, a veces tal vez demasiado crítica, pero siempre con buena intención.
Y como es importante en estos momentos, agradecer a Dios, que nos dio la vida y que nos dio las fuerzas para sobrellevar los momentos difíciles y también nos dio las fuerzas para mantener firme el rumbo y firme el timón, porque gobernar nunca ha sido fácil, a nosotros nos tocó tal vez especialmente difícil, pero todos sabemos, en el fondo de nuestros corazones, que cumplimos los compromisos que asumimos con los chilenos y que le entregamos a la Presidenta electa, Michelle Bachelet, que será la Presidenta de Chile en algunas horas más, un mejor país.
Recibimos un país terremoteado, devolvemos un país reconstruido; recibimos un país que estaba perdiendo fuerza, y devolvemos un país fuerte y, además, con sus bases sólidas para seguir enfrentando los desafíos del futuro.
Los países nunca terminan, los Presidentes llegan y se van, hay momentos para empezar, hay momentos para terminar. Hace cuatro años ingresamos a este Palacio de La Moneda con una ilusión y una esperanza; hoy día nos vamos con una tremenda alegría y una inmensa gratitud.
Por todo eso, a todos y cada uno de ustedes, y a todos mis compatriotas, gracias, muchas gracias. Y le deseo la mejor de las suertes y el mayor de los éxitos al Gobierno que a partir de hoy día, a las 12 de la mañana, tendrá la responsabilidad de gobernar nuestro país.
Y ustedes saben, la vida siempre nos da nuevas oportunidades, así que, hay vida más allá de La Moneda, y nuestro compromiso con Chile está más fuerte, más entusiasta y más firme que nunca.
Muchas gracias, muchas gracias, muchas gracias”.