Ignacio Naudon: “Queremos que más jóvenes estén involucrados en el desarrollo del país”
Asumió el 12 de marzo la dirección del Instituto Nacional de la Juventud y comprobó en carne propia eso de trabajar 24/7. Enfocado en convertir el INJUV en un verdadero representante de los jóvenes del país, busca lograr políticas públicas especialmente diseñadas para ellos.
Con 28 años edad, su gestión tendrá 2 ejes principales: uno social y otro emprendedor, aspectos que espera llevar a todas las Direcciones Regionales del Instituto.
¿Cómo se van a abordar los ejes prioritarios de esta gestión?
El primero es un eje social. Nosotros queremos ser los coordinadores de todas las políticas que tengan que ver o que afecten a los jóvenes, de manera que la problemática juvenil sea abordada de una manera global. Esto es estudiar muy bien la realidad de los jóvenes, conocerla como ningún otro órgano la va a conocer. Luego, captaremos las inquietudes y las colocaremos en las mesas de trabajo de aquellos que están llamados a encontrar las soluciones. El segundo eje es el del fomento al emprendimiento y la participación de los jóvenes. Estamos convencidos de que necesitamos más jóvenes participando en el mundo público, en el servicio social, en la cultura y en el deporte, entre otros mucho espacios. Queremos que más jóvenes estén involucrados en el desarrollo del país.
¿Cuáles son las principales problemáticas de los jóvenes?
Son muy variadas: empleo, educación, salud. La más gráfica es el desempleo. La tasa nacional es de un 8,8% y la tasa de los jóvenes es más de 16,9%. Pero ese no es el verdadero problema. Si uno desagrega esa cifra por quintiles se va a dar cuenta que en los jóvenes de altos ingresos el nivel del desempleo es menor al 5%. En cambio, en los niveles más bajos llega casi al 35%. Pero el problema de la juventud es principalmente de igualdad de oportunidades. En la juventud, las desigualdades sociales se dan con mayor dureza, porque históricamente hemos tenido políticas públicas y protección social para las mujeres, la infancia y para los adultos mayores. No las hemos tenido en juventud.
¿Cuáles son los principales proyectos que se realizarán?
Nuestra primera prioridad es el anuncio que hizo el Presidente en el discurso del 21 de mayo, que es el diseño y posterior implementación del Servicio Joven, que tiene como objetivo aumentar los niveles de participación de los jóvenes en el mundo público, de manera que más jóvenes participen en el desarrollo del país, principalmente en el área social y en el área pública.
¿Cómo será este trabajo en regiones?
Una clave de un Instituto como el nuestro es el tema regional, porque las inquietudes y la realidad de un joven en Punta Arenas es muy distinta a la de uno en Arica. Si nosotros queremos ser verdaderos representantes de los jóvenes tenemos que conocer esa realidad en su particularidad. Todos nuestros programas van a tener una base regional, por ejemplo, el Seminario de Jóvenes Líderes Regionales que ya estamos organizando, de manera que la descentralización del Instituto sea una realidad y no solamente una declaración de principios.
¿Qué medidas se tomaron después de ocurrido el terremoto?
La principal fue la modificación de nuestro programa de Fondos Concursables. El INJUV tenía destinado $514 millones para financiar fondos concursables de $1 millón por proyecto. En vista del terremoto, modificamos ese programa y creamos un Fondo Juvenil de Reconstrucción que destinó $200 millones para financiar iniciativas juveniles que tuvieran como objetivo ayudar en las zonas de catástrofe. Gracias a ese fondo hemos financiado 17 proyectos grandes y de alta proyección social que van a ser ejecutados durante los próximos meses.
¿Qué tipo de proyectos son?
El Fondo tiene por objeto financiar dos tipos de proyectos. Primero, la reconstrucción material. En ese sentido vamos a financiar proyectos que tienen que ver con reconstrucción de sedes y espacios públicos. Pero nuestro fondo también tenía como objetivo financiar aquella reconstrucción que muchas veces se deja de lado, que es la reconstrucción del espíritu. Por eso este fondo también va a financiar iniciativas culturales que tengan por objeto ir a las zonas de catástrofe y entregar nuevo espíritu, levantar el alma de esas personas.
¿Cuándo se van a empezar a aplicar?
Los fondos se adjudicaron a finales de junio y la implementación tiene un plazo de tres meses desde la fecha de adjudicación, por lo que esperamos que durante las vacaciones de invierno de las universidades, que son los principales participantes, estos proyectos se empiecen a implementar.
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¡La participación de los jóvenes es clave!