Gobierno de Chile

De ser aprobado el proyecto, Chile se convertirá en uno de los primeros países del mundo en implementar una política preventiva multisectorial que aborde esta necesidad con un enfoque sistémico y una visión de futuro.

La última Encuesta Nacional de Salud reveló que no somos un país con una cultura de vida sana. Nuestra dieta es demasiado alta en azúcar, sal y grasas saturadas; un 67% de los chilenos presenta sobrepeso u obesidad (en el grupo etario de menores de entre cinco y diecisiete años somos el sexto país de la OECD con mayor índice de obesidad y sobrepeso), y si bien la práctica de deportes y actividad física ha aumentado significativamente durante los últimos tres años, aún más de siete de cada diez chilenos son sedentarios. Por otra parte, más del 40% de la población fuma y el consumo de alcohol supera los promedios internacionales.

La realidad nos indica que estamos frente a un problema que afecta el bienestar material y espiritual de todos y que, ciertamente, significa un enorme costo económico y sicológico para las familias y la sociedad. Un estudio del Foro Económico Mundial y la OMS estima que los gastos asociados a las enfermedades no transmisibles, generadas por estas malas prácticas, como las enfermedades coronarias, cerebrovasculares, hipertensión, diabetes y otras, pueden alcanzar hasta el 4% del PIB.

Si todos estamos trabajando para erradicar la pobreza en nuestro país, máxima prioridad del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, no podemos cerrar los ojos ante este grave problema que nos empobrece y genera mayor inequidad, porque son precisamente las personas en situación de vulnerabilidad quienes presentan mayores factores de riesgo al no contar con oportunidades para elegir una vida más sana.

Es preocupante que estos hábitos hayan aumentado sostenidamente en la última década y que nuestros niños sean los más afectados. Y es aún más importante dado el envejecimiento de nuestra población. Como sociedad no podemos permanecer indiferentes y debemos dar el necesario sentido de urgencia que esta realidad requiere. Debemos proteger a los menores estableciendo ciertas restricciones que impidan, por ejemplo, vender cigarrillos cerca de sus escuelas o alimentos altos en grasas, azúcares o sal dentro de las mismas, y adoptar medidas que promuevan hábitos saludables, como aumentar las horas de clases de Educación Física, así como proteger a los no fumadores del grave daño que les causan los que fuman en ambientes cerrados.

En 2011 creamos el programa “Elige Vivir Sano”, cuyos cuatro pilares son promover una alimentación más sana, fomentar la práctica de deportes y actividad física, compartir más y mejor con la familia y disfrutar nuestra maravillosa naturaleza. A través de una ley, que actualmente se tramita en el Congreso y que ya fue unánimamente aprobada en la Cámara de Diputados, queremos transformarlo en una política de Estado que agrupe iniciativas de promoción y prevención, integrando tanto al sector público como privado. Este programa aborda un grave flagelo con una política pública educativa y propositiva, destinada a generar hábitos y estilos de vida más sanos, sobre todo desde las edades tempranas, permitiendo mejorar la calidad de vida de las chilenas y chilenos. De ser aprobado el proyecto, Chile se convertirá en uno de los primeros países del mundo en implementar una política preventiva multisectorial que aborde esta necesidad con un enfoque sistémico y una visión de futuro.

Esta iniciativa no busca imponer estilos de vida ni restringir las libertades de los adultos, sino que cree en las personas y en su libertad para elegir vivir más y mejor. Entrega información, educación y crea oportunidades para alimentarse mejor, hacer más deporte, compartir más con la familia y disfrutar mejor la naturaleza. En síntesis, elegir una vida más sana, plena y feliz.

Elige Vivir Sano es un proyecto de todos y para todos. De todos, porque representa el interés común de las personas para vivir una vida mejor, y para todos, porque busca un equilibrio de derechos: el derecho de quienes quieren fumar y de aquellos que no; de quienes no tienen como prioridad la salud y de aquellos que quieren tener una vida más activa y saludable y que hasta hoy no han podido lograrlo. Nuestro país y los chilenos nos merecemos vivir mejor y lo podemos conseguir si libre e informadamente elegimos vivir sano.

Cecilia Morel

Columna publicada en el diario El Mercurio, cuerpo A, página 2.